Los sumerios y la aspirina – La historia de los calmantes modernos empezó en 1899, cuando Bayer, que hasta entonces había sido una pequeña compañía alemana dedicada a fabricar tintes, sintetizó, patentó y comercializó la sustancia que la convertiría en un gigante farmacéutico: el ácido acetil salicílico, más conocido como aspirina.
¿Cómo encontraron en la Bayer el compuesto mágico? En documentos sumerios (2.500 antes de Cristo), en el papiro de Ebers del antiguo Egipto, así como en algunos textos médicos de la Edad Media, hay referencias a las propiedades calmantes del “té de sauce” obtenido al hervir la corteza de este árbol.
No obstante no debía de ser muy eficiente, porque para paliar el dolor se usaban opiáceos, que tenían el inconveniente de ser muy adictivos, por lo que a mediados del siglo XIX había multitud de opiómanos. Bayer encontró también la solución a ese problema: el mismo año que patentó la aspirina, patentó la dimetilmorfina, más conocida como heroína,
- Cuando se hizo evidente que la eficacia de la heroína para curar a los opiómanos se debía a que generaba una adición aún mayor, dejó de venderse en las farmacias, pero ya habían pasado más de 30 años desde su su descubrimiento.
- Volviendo a la aspirina, lo que hizo Bayer fue identificar el principio activo del preparado que usaban sumerios y egipcios, el salicilato de sodio, mejorar sus propiedades calmantes, antiinflamatorias y antipiréticas sintetizando un compuesto parecido, el ácido acetil salicílico, y diseñar un método de síntesis barato para obtenerlo.
Ahora nos parece inimaginable, pero no hace ni un siglo, en España, una fiebre incontrolada en un niño podía causarle daños irreversibles en el cerebro e incluso la muerte, Durante la primera mitad del siglo XX, la aspirina fue la sustancia milagrosa que quitaba la fiebre y todo tipo de dolores.
Pero a mediados del siglo XX se descubrió que tenía efectos secundarios indeseables, como causar hemorragias intestinales en pacientes con úlcera gastrointestinal, debido a sus propiedades anticoagulantes. A pesar de que la aspirina era un excelente calmante y antipirético que hoy, además, toman a diario las personas mayores para prevenir accidentes vasculares, como ictus o infartos, se buscaron sustancias alternativas.
El mejor sustituto de la aspirina fue obtenido en la década de los 50; se trataba del paracetamol, aunque carecía de propiedades antiinflamatorias y de las (a veces) indeseables propiedades anticoagulantes de la aspirina. Una década después la compañía química inglesa Boots desarrolló un antiinflamatorio para tratar el reumatismo, el ibuprofeno, que posteriormente se descubrió que tenía carácter calmante y antipirético.
Aunque es un hecho muy poco conocido, la primera persona que sintetizó el ibuprofeno fue uno de los becarios de Boots, el químico español Antonio Ribera Blancafort, que posteriormente sería rector de la Universitat de les Illes Balears. El señor Ribera Blancaflor ocupa desde hoy un lugar destacado en mi olimpo de santos laicos no por haber sido rector, sino por ser el descubridor del ibuprofeno.
Catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla y miembro de la Red de Científicas Comunicadoras.
¿Quién fue el inventor del ibuprofeno?
Antonio Ribera Blancafort, el padre del ibuprofeno.
¿Quién creó el primer medicamento?
¿Cuáles fueron los primeros medicamentos sintéticos? En la história de los primeros medicamentos sintéticos, todo empieza en el año 1828 cuando el químico alemán Frieedrich Wölher consiguió producir urea. Hasta el momento, sólo se podía conseguir a partir de la orina. Para poder conseguir la urea, Wölher calentó un compuesto inorgánico, el cianato de amonio.
¿Quién creó la morfina?
En 1803, el farmacéutico alemán Friedrich Wilhelm Sertürner inició sus prime- ros experimentos químicos, consiguiendo extraer un ácido orgánico a partir del opio, al que llamó ácido mecónico (del griego mekon = amapola), del cual obtuvo una sustancia dotada de efectos narcóticos, a la que denominó morphium ( morfina ),
¿Quién es Félix Hoffman?
Felix Hoffmann fue un farmacéutico alemán que en 1897 obtuvo de forma pura el ácido acetilsalicílico, hasta entonces fabricado con impurezas: un principio activo cuyas primeras y más conocidas indicaciones lo muestran como analgésico, antipirético y antinflamatorio, eficaz y bien tolerado.
¿Cuál es el medicamento más antiguo del mundo?
MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) – El arsenal terapéutico usado a lo largo de la historia, fruto del mestizaje del conocimiento de civilizaciones -y por qué no de la suerte, en ocasiones-, ha logrado que a día de hoy tengamos al alcance de la mano fármacos eficientes y seguros, y en algunos casos desde hace más de un siglo.
No somos conscientes de que la historia de la farmacia es relativamente joven y que son pocos los medicamentos que han cumplido ya cien años. Los orígenes de la historia de la farmacéutica se remontan al primer tercio del siglo XIX, sin embargo solo es un punto de partida establecido como el comienzo de una ciencia.
Muchos siglos antes curanderos, alquimistas, boticarios, farmacéuticos o químicos, buscaban remedios en la naturaleza que mejoraran la calidad de vida de quienes les rodeaban y, sin saberlo, muchas veces encontraron soluciones que hoy día siguen siendo fundamentales en la medicina.
Son muchos los fármacos centenarios que ya no existen pero que “han dado pie a lo que tenemos hoy día” y, aunque parece increíble, “todavía perduran bastantes”, afirma el catedrático de farmacología de la universidad de Alcalá y vocal de docencia e investigación del Consejo General de Farmacéuticos, Francisco Zaragoza,
La práctica de la farmacia comienza con la búsqueda de remedios para sanar. En el caso de la digoxina, que proviene de las hojas de digital purpúrea (‘Digitalis purpurea’), el catedrático se remonta poco más allá del 1200 donde está documentado su uso.
- Durante la Edad Media su uso disminuyó por su toxicidad, pero en el siglo XVIII William Withering, considerado su descubridor, establece su dosificación correcta.
- Sin embargo, no fue hasta dos siglos después cuando se sintetizó la molécula y hoy es uno de los fármacos más usados para enfermedades cardiovasculares.
Más antiguo aún es el etopóxido que debe sus orígenes a Plinio el Viejo, escritor y jurista romano, en el siglo I de nuestra Era. ” Plinio el Viejo tenía un condiloma acumidado (proliferación verrugosa) en los genitales que trataba con una planta, la podofilo (‘Podophyllum pelltatum’ ), que tiene una resina de la que se extrae el etopóxido, un quimioterapico de actualidad”.
Precisamente, se sigue usando para las verrugas una mezcla en polvo de resinas extraídas de sus raíces. C on pasta de resina de podofilo y benzoína aún se preparan soluciones y la resina de podofilo es un queratolítico cáus tico (ayuda a eliminar la capa externa de la piel) de uso tópico. ” Y si hablamos de antigüedad están los alcaloides del opio que están documentados desde la medicina tradicional china “, continua Zaragoza en una entrevista a Europa Press, “de ellos destaca la morfina o la codeína actual”.
“También están los alcaloides del curare que en función de cómo era la forma del envase que se traía de Brasil, tenía unos principios activos u otros, es decir se modificaba el grado de relajación muscular para la anestesia”, añade. “Los principios activos de esta planta han dado pie a los relajantes musculares que se emplean ahora en quirófanos”, advierte, recordando que “la síntesis ha imitado lo que la naturaleza nos proporciona”, de hecho la mayoría de los fármacos actuales fueron remedios caseros naturales hace años, lo que ocurre es que en muchos casos no está documentado.
- Este es el caso del paracetamol, que cómo tal no ha cumplido los 100 años, pero que sus orígenes datan de 1899 y su descubrimiento fue “por casualidad”.
- Según explica, “surge cuando un viajante acude a la feria de un pueblo.
- El hombre, que tenía lombrices (oxiuros), se quejaba de picor en el ano, para lo que se aplicaba naftaleno, que viene de la naftalina”.
Tras adquirir el tratamiento a un farmacéutico del pueblo, “pasados 4 o 5 días el hombre fue a ver al médico para decirle que las obleas de naftaleno no le habían quitado el picor pero sí la fiebre que tenía por una supuesta gripe”. El médico al ver que no olía a naftalina acudió al farmacéutico que había elaborado el producto quien, según cuenta Zaragoza, observó que en su elaboración en vez de naftalina había echado un producto que se usaba para pintar muebles conocido como anilina.
“El producto fue un éxito absoluto, quitaba la fiebre pero a algunos de los pacientes les producía metahemoglobinemia -amorataba labios y mucosas-, así que decidieron dejarlo antes de tener un disgusto”, explica. Posteriormente, en 1930 se obtuvo la síntesis química que hoy conocemos como paracetamol.
Otros muchos fueron descubiertos por casualidad, este fue el caso de un fármaco surgido de un hongo, el cornezuelo del centeno, del que se tienen datos de la Edad Media. “Hubo unas intoxicaciones que cursaban con gangrena”, explica. “Se comprobó que había correlación entre el consumo de pan y los síntomas.
- Se encontraron que en el centeno crecía un parásito, el claviceps purpurea (hongo ascomiceto), que producía una vasoconstricción extrema que generaba gangrena”, afirma Zaragoza.
- De este hongo surgieron alcaloides que todavía se utilizan como la ergotamina, que data de 1918, para combatir migrañas.
- A base de las observaciones se han conseguido desarrollar muchos fármacos”, advierte, este ha sido el caso de la reserpina en 1931, un alcaloide de rauwolfia derivado de la raíz de la Rauwolfia serpentina, un arbusto nativo de la India que “bajaba la presión y mejoraba los síntomas de lo locos”, aunque no fue hasta la década de 1950 cuando, “gracias a la sagacidad de la industria farmacéutica”, se desarrollaron los primeros fármacos.
“La reserpina marcó un hito”, y actualmente de uno de los fármacos más usados para la hipertensión arterial.