Consejos para calmar el dolor – Mientras acude a la cita se pueden tomar las siguientes medidas para calmar el dolor de dientes o muelas a los niños:
- Administrar analgésicos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno en la dosis adecuada para la edad y peso del niño, para calmar el dolor.
- También se puede aplicar una compresa fría en el exterior de la mandíbula, especialmente si hay hinchazón, adyacente al área del dolor.
- Los enjuagues con agua con sal son muy eficaces cuando las molestias se deben a lesiones en la mucosa.
Aunque se consiga aliviar con éxito el dolor de dientes, es importante acudir al odontólogo u odontopediatra lo antes posible para valorar las posibles causas y tratarlo antes de que vuelva a ocurrir. Selecciona un tipo Tratamientos Blog Recursos descargables Preguntas frecuentes : Dolor de muela en los niños: cómo calmarlo
¿Qué antibiotico es bueno para la infección de muela en niños?
ODONTOLOGÍA CLÍNICA Profilaxis antibiótica en odontología infantil. Puesta al día Antibiotic prophylaxis in pediatric odontology. An update Paloma Planells del Pozo 1, Mª José Barra Soto 2, Eva Santa Eulalia Troisfontaines 3 1 Profesora titular U.C.M.
Departamento Estomatología IV 2 Odontóloga 3 Odontóloga. Master en Odontopediatría U.C.M. Dirección para correspondencia RESUMEN La mayoría de las infecciones orofaciales tienen un origen odontogénico, son autolimitantes y drenan espontáneamente. Las bacterias que causan estas infecciones son generalmente saprofitas.
Además los procedimientos odontológicos invasivos dan lugar a una bacteriemia transitoria. Cuando una lesión oral se contamina por una bacteria extrínseca deben administrarse la pauta antibiótica indicada, tan pronto como sea posible. En caso de pulpitis no suele estar indicado si la infección alcanza sólo al tejido pulpar o los tejidos inmediatamente adyacentes.
En caso de dientes avulsionados, se aplicará antibiótico local junto con la administración de antibióticos sistémicos. El profesional debe conocer la severidad de la infección y el estado general del niño para considerar derivarlo al centro médico. En los pacientes cuyo sistema inmune está comprometido debe realizarse profilaxis siempre.
Así como en los pacientes con problemas cardiacos asociados con endocarditis o catéteres vasculares o dispositivos protésicos. Los antibióticos administrados oralmente, efectivos ante infecciones odontogénicas es la Penicilina V asociada al ácido clavulánico.
- En caso de alergias, una alternativa, es la clindamicina.
- La mayoría de las infecciones agudas se resuelven en 3-7 días.
- En los últimos años, se tiende a reducir el uso general de antibióticos con propósitos preventivos o terapéuticos.
- Palabras clave: Antibióticos, antibioterapia, odontopediatría, paciente infantil, infección, profilaxis antibiótica.
ABSTRACT Most orofacial infections are of odontogenic origin, and are of a self-limiting nature, characterized by spontaneous drainage. The causal bacteria are generally saprophytes. On the other hand, invasive dental interventions give rise to transient bacteremia.
- When an oral lesion is contaminated by extrinsic bacteria, the required antibiotic treatment should be provided as soon as possible.
- In the case of pulpitis, such treatment is usually not indicated if the infection only reaches the pulp tissue or the immediately adjacent tissues.
- In the event of dental avulsion, local antibiotic application is advised, in addition to the provision of systemic antibiotics.
The dental professional must know the severity of the infection and the general condition of the child in order to decide referral to a medical center. Prophylaxis is required in all immunocompromised patients, as well as in individuals with cardiac problems associated with endocarditis, vascular catheters or prostheses.
Penicillin V associated to clavulanic acid and administered via the oral route is known to be effective against odontogenic infections. In the case of allergies to penicillin, an alternative drug is clindamycin. Most acute infections are resolved within 3-7 days. In recent years, the tendency is to reduce general antibiotic use for preventive or therapeutic purposes.
Key words: Antibiotics, antibiotherapy, pediatric odontology, pediatric patient, infection, antibiotic prophylaxis. Introducción Como punto de partida, consideramos necesario realizar una serie de particularidades diferenciales del tratamiento antibiótico en el niño: – El paciente infantil en sus primeras etapas carece de antecedentes médicos que hagan sospechar de la presencia de posibles reacciones adversas o de alergia a los fármacos.
– La mayor proporción de agua en los tejidos del niño, además de la mayor esponjosidad de los tejidos óseos, permiten una más rápida difusión de la infección, de un lado, y de otro, la necesidad en el ajuste adecuado de las dosis del medicamento prescrito. – La deficiente higiene oral en la mayoría de los niños y el consumo de alimentos ricos en sacarosa, contribuyen a aumentar el número de colonias de gérmenes en la cavidad oral, y con ello el riesgo de bacteriemia tras los tratamientos orales.
– A nivel pediátrico y otorrinolaringológico, se señala la presencia desde edades muy tempranas en el niño, de procesos infecciosos que afectan al anillo linfático de Waldeyer. La consiguiente medicación prolongada con antibioterapia, en ocasiones, injustificada o procedente de automedicación, constituye un factor etiológico en el número de cuadros de resistencia bacteriana a los antibióticos en la infancia de nuestro país, claramente diferenciada del adulto.
Este hecho ha de ser considerado antes de la prescripción antibiótica en el niño, y en caso de duda, interconsultar con el pediatra o especialista que trate habitualmente al niño. Etiopatogenia – Etiología de las infecciones odontogénicas en niños La mayoría de las infecciones orofaciales tienen un origen odontogénico, y generalmente son autolimitantes y drenan espontáneamente.
Para tratarlas, hay dos principios: eliminar la causa y realizar un drenaje local y desbridamiento. Si una infección local se deja sin tratar, puede dar lugar a una difusión de la infección hacia zonas más superiores o inferiores en la cara (1). Los procedimientos odontológicos invasivos dan lugar a una bacteriemia transitoria.
Sólo un número limitado de especies bacterianas están implicadas en las infecciones resultantes. Los antibióticos, cuando están indicados, deben ser administrados poco antes del procedimiento odontológico. Cuando los procedimientos incluyen tejidos infectados, será necesaria una dosis adicional (2). Varios estudios evaluaron la prevalencia y la extensión de bacteriemias después de diferentes procedimientos dentales, también en niños.
Se demostró que el cepillado está asociado con bacteriemia en más de uno de cada tres niños (3), y la colocación de cuñas, matrices, así como la colocación o retirada de bandas pueden originar bacteriemia en un número significativo de niños (4). El nivel de higiene oral influye en los niveles de bacteriemia considerablemente.
- Por esta razón, una higiene oral óptima podría ser el factor más importante en la prevención de complicaciones como consecuencia de una bacteriemia: incluso más que cualquier pauta antibiótica, según algunos autores (5).
- En una extracción sencilla de un diente, aparece bacteriemia en un 40-50% de los casos (3).
Los niveles más altos de bacteriemia se encuentran tras las inyecciones intraligamentarias en procedimientos de anestesia local (96,6% de los niños) (6). La patología traumática dentaria, constituye un factor etiológico de infección del área oral, máxime cuando se produce la exposición directa del tejido pulpar, y/o alteración del espacio periodontal.
Las posibilidades de infección aumentan cuando al traumatismo en el tejido dental duro o de soporte, se le suma la presencia de heridas abiertas en piel o mucosas. – Microbiología de las infecciones odontogénicas Las bacterias que causan las infecciones odontogénicas son generalmente saprofitas. La microbiología es variada, existen múltiples organismos, con diferentes características (7,8).
Las bacterias anaerobias y las aerobias están presentes habitualmente. Son muchas las especies de bacterias aerobias que causan infecciones odontogénicas; la más común es el Streptococo (9). Durante la evolución de la caries dental, las bacterias que penetran en los tubulillos dentinarios son fundamentalmente anaerobios facultativos (Streptococos, Stafilicocos y lactobacilos).
- Cuando la pulpa se necrosa, las bacterias avanzan por el canal pulpar y el proceso evoluciona hacia una inflamación periapical, en el que predominan Prevotella, Porfiromonas, Fusobacterium y Peptostreptococos (10,11).
- Desde que se sabe que la caries dental es una enfermedad infecciosa se ha buscado un método de prevención que elimine las bacterias cariogénicas de la boca.
Se sabe que ya antes de la erupción dentaria más del 50% de los bebés presentan la boca colonizada por Streptococos Mutans (12). La colonización por estas bacterias tras la erupción dentaria depende del contagio directo de las bacterias, procedentes fundamentalmente, de la madre.
El riesgo aumenta tras la deficiente higiene oral, hábitos dietéticos poco saludables en los que predomina la exposición a azúcares, y la aparición de los dientes en boca, en los que, por su capacidad de adhesión a superficies duras, aparece el Streptococo Mutans (13). El Lactobacilo es un germen con capacidad cariogénica más baja que el estreptococo, y sin poder adhesivo a superficies dentarias.
– Complicaciones infecciosas Las complicaciones pueden ocurrir por extensión directa o sanguínea. Si el tratamiento se retrasa, la infección puede extenderse a través de los tejidos adyacentes causando celulitis, varios grados de edema facial y fiebre.
La infección puede llegar a tejidos óseos o a tejidos blandos. Habrá inflamación local y se pueden desarrollar fístulas gingivales en la zona del ápice, especialmente característico a nivel de dientes deciduos (absceso parúlico). En la arcada inferior puede dar lugar a un absceso sublingual o submandibular, y en el maxilar la infección puede extenderse al espacio temporal (10,14-16).
Tratamiento – Consideraciones en el manejo de una infección odontogénica Para considerar el uso o no de antibióticos en odontopediatría, ha de valorarse: – La gravedad de la infección, cuando el niño acude al dentista. – El estado de las defensas del paciente.
– En caso de infección aguda, si la infección tiene una moderada inflamación, ha progresado rápidamente, es una celulitis difusa con un dolor desde moderado a severo; o el niño tiene fiebre (1,7,17) la evidencia hace indicar el uso de antibióticos, además de tratar el diente dañado. – Infección en un niño que está médicamente comprometido.
– Presencia de infección que ha progresado a los espacios faciales extraorales. En estas situaciones, la infección es lo suficientemente agresiva como para haberse extendido más allá de los labios, indicando que las defensas son incapaces de controlar la infección.
- En los casos severos, los niños deben ser hospitalizados.
- Los antibióticos raramente son recomendados tras traumatismos leves, pero en casos con heridas importantes de los tejidos blandos o dentoalveolares, estarían indicados como profilaxis contra la infección.
- Debe conseguirse una buena cobertura antibiótica en casos de dientes avulsionados que se reimplantan; desde el uso de antibióticos sistémicos ha disminuido la incidencia de reabsorciones radiculares externas en estos casos.
El calendario vacunal (vacuna antitetánica) debe considerarse cuando el accidente ocurre en medios contaminados. – En pacientes con periodontitis juvenil localizada y otros tipos de periodontitis temprana puede considerarse la terapia antibiótica (18).
- Presencia de un absceso menor, crónico o bien localizado.
- Niños sanos en los que hay que realizar la extracción de un solo diente temporal con absceso, o una endodoncia de un diente permanente, puede solucionarse sin necesidad de tratamiento antibiótico.
- A diferencia de los niños sanos, aquellos que estén inmunosuprimidos, o tengan alguna afectación cardiaca, pueden necesitar antibióticos aunque la infección sólo sea una posibilidad.
– Procedimientos odontológicos en los que se indica profilaxis antibiótica ( tabla 1 y 2 ) * Manejo de las lesiones orales (19): Cuando la cavidad oral es contaminada por una bacteria extrínseca deben administrarse tan pronto como sea posible para un mejor resultado, y también hay que tener en cuenta la vía de administración más efectiva en cada caso (intravenosa, intramuscular u oral).
- Iniciado el tratamiento debe monitorizarse su efectividad, pues si no responde al antibiótico inicialmente seleccionado estará indicado realizar un test de susceptibilidad.
- Manejo de pulpitis, periodontitis apical, inflamación intraoral localizada (20): Las bacterias pueden llegar al canal pulpar a través de una caries, por exposición pulpar directa tras trauma o iatrogenia.
A través de los tubulillos dentinarios, cracks en la dentina o por restauraciones defectuosas. Si un niño presenta síntomas agudos de pulpitis debe realizarse el tratamiento odontológico necesario (pulpotomía, pulpectomía o extracción). El tratamiento antibiótico no suele estar indicado si la infección alcanza sólo al tejido pulpar o los tejidos inmediatamente adyacentes, y el niño no presenta signos sistémicos de infección (fiebre o inflamación facial).
- Manejo de una inflamación aguda de origen dental (21): Un niño que presenta una inflamación facial secundaria a una infección dental debe recibir atención odontológica inmediatamente.
- Dependiendo de los hallazgos clínicos, el tratamiento consistirá en tratar o extraer el diente con cobertura antibiótica, o bien prescribir antibióticos varios días para evitar la extensión de la infección y posteriormente tratar el diente causante.
El profesional debe conocer la severidad de la infección y el estado general del niño para considerar derivarlo al centro médico y administrar antibiótico intravenosamente. * Manejo de los traumatismos dentales (22): La aplicación local de antibiótico en la superficie radicular de un diente avulsionado (doxiciclina 1mg/20 ml) reduce la reabsorción radicular e incrementa la revascularización pulpar.
- La administración de antibióticos sistémicos se usa como tratamiento coadyuvante (penicilina y derivados a dosis altas o doxiciclina a dosis habituales).
- Manejo de las enfermedades periodontales pediátricas (23): En las enfermedades periodontales acompañadas de neutropenia, síndrome de Papillon Le Fevre y deficiencia de adhesión leucocitaria, el sistema inmune de los niños es incapaz de controlar el crecimiento de los patógenos periodontales, y por tanto necesitan tratamiento antibiótico.
Los test de cultivo y susceptibilidad son útiles para seleccionar el antibiótico más adecuado en cada caso. El tratamiento antibiótico prolongado se indica en el manejo de la enfermedad periodontal crónica. * Manejo de las enfermedades víricas (24): Una primoinfección de gingivoestomatitis herpética nunca debe ser tratada con antibióticos a menos que tengamos evidencia de que existe una infección bacteriana secundaria.
Pacientes con indicación de profilaxis antibiótica La profilaxis antibiótica en pacientes sanos está indicada ante una cirugía en una localización altamente contaminada, como es una cirugía periodontal. El autotransplante dentario también se hace bajo profilaxis antibiótica. En los pacientes cuyo sistema inmune está comprometido debe realizarse profilaxis siempre.
Al administrar antibiótico de forma profiláctica, el nivel de éste en plasma debe ser muy superior a cuando se usa de forma terapéutica. La dosis profiláctica recomendada antes de una cirugía debe ser el doble de la dosis terapéutica (13). La profilaxis antibiótica debe ser recomendada en las siguientes situaciones (9): a) Pacientes con problemas cardiacos asociados con endocarditis: son numerosos los pacientes con riesgo de sufrir una endocarditis, tras un tratamiento dental, por tener problemas cardiacos.
- La Academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) aprobó la guía para la prevención de endocarditis bacteriana, de la Asociación Americana del Corazón.
- En esta guía, se insiste en que los niños con historia de implementación de fármacos intravenosos (25), y ciertos síndromes (ejemplo Down, Marfan), pueden tener riesgo de sufrir endocarditis bacteriana, por las anomalías cardiacas asociadas (2,9).
b) Pacientes con compromiso inmunológico: estos pacientes no pueden tolerar una bacteriemia transitoria consecuencia de un proceso dental invasivo, por ello los pacientes sometidos a quimioterapia, irradiación y transplante de médula deben tratarse (26).
- Incluimos también a los pacientes con las condiciones siguientes: virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), inmunodeficiencia, neutropenia, inmunosupresión, anemia, esplenectomía, uso habitual de esteroides, lupus eritematoso, diabetes y transplante de órganos (2,9).
- C) Pacientes con desviaciones, catéteres vasculares o dispositivos protésicos: la bacteriemia, que prosigue a un tratamiento dental invasivo, puede dar lugar a una colonización de las desviaciones o catéteres vasculares.
Los pacientes sometidos a diálisis, quimioterapia, o que sufren frecuentemente transfusiones de sangre, son muy susceptibles a esta patología (2,9). – Selección del antibiótico Los antibióticos administrados oralmente, efectivos ante infecciones odontogénicas son la penicilina, clindamicina, eritromicina, cefadroxilo, metronidazol y las tetraciclinas (7).
Estos antibióticos son efectivos frente a estreptococos y anaerobios orales. Penicilina V es la penicilina de elección ante infecciones odontogénicas. Es bactericida, y aunque su espectro de acción, es relativamente estrecho, es el apropiado para los tratamientos de infecciones odontogénicas. Para la profilaxis de endocarditis, asociada con tratamientos dentales, la amoxicilina es el antibiótico de primera elección.
La amoxicilina más el ácido clavulánico puede ser usado en determinados casos, al presentar una gran ventaja; conserva su actividad contra las B-lactamasas producidas comúnmente por organismos que se asocian con infecciones odontogénicas (9). Una alternativa, en casos de pacientes alérgicos a las penicilinas, es la clindamicina.
- Es bacteriostático, pero su actividad bactericida se consigue clínicamente con la dosis generalmente recomendada.
- Los últimos macrólidos, claritromicina y azitromicina pueden ser usados también, si el niño es alérgico a la penicilina.
- La cefalosporina y el cefadroxilo pueden ser usados cuando sea necesario un espectro de acción antibacteriano más ancho.
Metronidazol se suele usar sólo contra anaerobios y se suele reservar para situaciones en las que sólo se sospeche de bacterias anaerobias. Las tetraciclinas tienen un uso muy limitado en la odontología. Como las tetraciclinas pueden causar alteraciones en el color de los dientes, no se deben prescribir en niños menores de 8 años, mujeres embarazadas o madres lactantes (9).
- Duración de la terapia antibiótica, ante una infección odontogénica La duración ideal de la terapia antibiótica es la más corta que impida una recaída tanto clínica como microbiológica.
- La mayoría de las infecciones agudas se resuelven en 3-7 días.
- Cuando se usan antibióticos orales se debe considerar una dosis alta para conseguir niveles terapéuticos más rápidamente (27).
Conclusiones Previamente a cualquier tratamiento odontológico en niños, con algún síndrome, problema médico o cualquier alteración que no le resulte familiar, se recomienda ponerse en contacto con su pediatra, y así determinar la susceptibilidad previa individualizada a infecciones inducidas por bacteriemias (2).
En los últimos años, se tiende a reducir el uso general de antibióticos con propósitos preventivos o terapéuticos. Esto está basado en la evidencia científica y la experiencia profesional. El desarrollo de resistencias por parte de los microorganismos, las dudas sobre la eficacia de los tratamientos preventivos, la posibilidad de reacciones tóxicas o adversas a los antibióticos dan lugar a muchas preguntas sobre el riesgo y beneficio del uso de los antibióticos (9).
La Academia Americana de Odontología Pediátrica presenta unas guías clínicas para el uso de los antibióticos en la que recomienda ser conservador en su uso ya que hay un incremento en la resistencia de los microorganismos al antimicrobiano (28). En nuestro país sería deseable el establecimiento de sistemas de vigilancia epidemiológica de resistencias.
Los estudios multicéntricos nacionales de seguimiento periódico sirven para conocer la evolución de las resistencias y son útiles a la hora de la decisión sobre las medidas más adecuadas para evitar la aparición y la diseminación de estas resistencias (29,30). Bibliografía 1. Dodson TB, Perrott DH, Kaban LB.
Pediatric maxillofacial infections: A retrospective study of 113 patients. J Oral Maxillofac Surg 1989; 47:327-30.2. American Academy of Pediatric Dentistry. Clinical guideline on antibiotic prophylaxis for patients at risk. Originating Committee. Clinical Affairs Committee.
Review Council. Council on Clinical Affairs. Adopted 1990. Revised 2002. Available at: www.aapd.org,3. Roberts GJ, Holzel HS, Sury MRJ, Simmons NA, Gardner P, Longhurst P. Dental bacteremia in children. Pediatr Cardiol 1997;18: 24-7.4. Khurana M, Martin MV. Orthodontics and Infective Endocarditis. Br J Orthodontics 1999;26:295-8.5.
Guggenheimer J, Orchard TJ, Moore PA, Myeres DE, Rossie KM. Reliability of self-reported heart murmur history : possible impact on antibiotic use in dentistry. JADA 1998;129:861-6.6. Roberts GJ, Simmons NB, Longhurst P, Hewitt PB. Bacteraemia following local anaesthetic injections in children.
- Br Dent J 1998;185:295-8.7.
- Peterson L.
- Principles of management and prevention of odontogenic infections.
- In: Peterson L, Ellis E, Hupp JR, Tucker MR, eds.
- Contemporary oral and maxillofacial surgery.3 rd ed. St.
- Louis, Missouri: Mosby-Year Book, Inc.; 1998.8.
- Sandor GKB, Low DE, Judd PL, Davidson RJ.
- Antimicrobial treatment options in the management of odontogenic infections.
Can Dent Assoc 1998;64:508-13.9. Alaluusua S, Veerkamp J, Declerck D. Guidelines on the use of antibiotics in Paediatric Dentistry: an EAPD policy document.10. Brook I. Microbiology and management of endodontic infections in children. J Pediatr Dent 2003;28:13-8.11.
Siqueira Junior JF. Aetiology of root canal treatment failure: why well-treated theet can fail. Int Endod J 2001;34:1-10.12. Seow WK. Biological mechanism of early childhood caries. Community Dent Oral Epidemiol 1998;26:8-27.13. Wan AKL, Seow WK, Purdie DM, Bird PS, Walsh LJ, Tudehope DI. A longitudinal study of Streptococcus Mutans colonization in infants after tooth eruption.
J Dent Res 2003;82:504-8.14. Brook I, Fraizer EH, Gher ME Jr. Microbiology of periapical abscesses and associated maxillary sinusitis. J Periodontol 1996;67:608-10.15. Liljemark WF, Bloomquist C. Human oral microbial ecology and dental caries and periodontal diseases.
Crit Rev Oral Biol Med 1996;7:180-98.16. Brook I, Friedman E. Intracranial complications of sinusitis in children-a sequela of periapical abscess. Ann Otol Rhinol Laryngol 1982; 91:41-3.17. Schröder U. Pedodontic endodontics. In: Koch G, Poulsen S, eds. Pediatric Dentistry- a clinical approach.1 st ed. Copenhagen.
Munksgaard, 2001.18. Van Winkelhoff, Rams TE, Slots J. Systemic antibiotic therapy in periodontics. Periodontology 2000;10:45-78.19. Becker GD. Identification and management of the patient at high risk for wound infection. Head Neck Surg 1986;8:205-10.20. Burke JF.
The effective period of preventive antibiotic action in experimental incisions and dermal lesions. Surgery 1961;50:161-8.21. Newman MG, Kornman KS. Antibiotic/antimicrobial use in dental practice. St. Louis, Mo: Mosby; 1990.22. Trope M. Treatment of avulsed tooth. Pediatr Dent 2000;22:145-7.23. Delaney JE, Keels MA.
Pediatric oral pathology: Soft tissue and periodontal conditions. Pediatr Clin North Am 2000;47:1125-47.24. Dowell SF, Marcy SM, Phillips WR, Gerber MA, Schwartz B. Principles of judicious use of antimicrobial agents for pediatric upper respiratory tract infectious.
- Pediatrics 1998;101:163-5.25.
- Dajani AS, Taubert KA.
- Infective endocarditis.
- In: Allken DA, Gutgesell HP, Clark EB, Driscoll DJ, eds.
- Moss and Adams Heart Disease in Infants, Children, and Adolescents.
- Lippincott: Williams & Wilkins; 2001.p.1297-308.26.
- American Academy of Pediatric Dentistry.
- Clinical guideline on dental management of pediatric patients receiving chemotherapy, bone marrow transplantation, and/or radiation.
Pediatr Dent 2003;25:108-10.27. Norrby SR. Efficacy and safety of antibiotic treatment in relation to treatment time. Scand J Infect Dis 1991;74: 262-9.28. American Academy of Pediatric Dentistry. Clinical Guideline on Appropriate Use of Antibiotic Therapy.
Originating Council. Council on Clinical Affairs. Adopted 2001. Available at: www.aapd.org.29. Marco F, Bouza E, García de Lomas J, Aguilar L. Streptococcus pneumoniae in community-acquired respiratory tract infections in Spain: the impact of serotype and geographical, seasonal and clinical factors on its susceptibility to the most commonly prescribed antibiotics.
The Spanish Surveillance Group for Respiratory Pathogens. J Antimicrob Chemother 2000;46:557-64.30. Del Castillo F, Baquero Artigao F, García Perea A. Influence of recent antibiotic therapy on antimicrobial resistance of Streptococcus pneumoniae in children with acute otitis media in Spain. Dirección para correspondencia: Dra. Paloma Planells del Pozo C/ Rodriguez Marín nº 71 – Bajo Derecha.28016 Madrid E-mail: pp[email protected] Recibido: 22-12-2005 Aceptado: 26-03-2006
¿Cómo se usa la manzanilla para el dolor de muela?
Remedio casero para el dolor de muelas – Sin embargo, es posible que no esté cerca de la clínica o que no pueda comprar medicamentos para aliviar el dolor. Por lo tanto, vale la pena conocer que la manzanilla tiene tanto uso interno como externo, por sus propiedades sedantes, digestivas, antiinflamatorias y tranquilizantes.
Una de sus utilizaciones externas es para combatir el dolor de muelas, gracias a sus efectos antiinflamatorios y sedantes. Para ello, se harían enjuagues fríos con la infusión de la planta seca tantas veces al día como se desee. A pesar de todo esto, hay que reconocer que la manzanilla no cura la causa del dolor de muelas,
Por lo que es recomendable acudir a la consulta dental lo antes posible para dar con el desencadenante de esa molestia.
¿Cuál es el mejor antibiótico para niños?
El tratamiento antibiótico está indicado en niños menores de 2 años con criterios de OMA y mayores de 2 años con OMA bilateral o supurativa. Amoxicilina-ácido clavulánico es de elección por su mejor perfil farmacocinético-farmacodinámico.
¿Cómo medicar a un niño en Odontologia?
Dosis pediátrica = Dosis adulto x (Peso niño /Peso adulto) 0,7.
¿Cómo se da la amoxicilina en niños?
PDM Descripción: Aminopenicilina semisintética de amplio espectro del grupo de los antibióticos betalactámicos, de habitual uso oral. Presenta un espectro más amplio frente a microorganismos gramnegativos que otras penicilinas, conservando su acción frente a gérmenes grampositivos.
Microorganismos generalmente sensibles aparte de los señalados: Clostridium sp., Corynebacterium sp., Bacillus anthracis, Listeria monocytogenes, Salmonella sp., Shigella sp., Bordetella pertussis, Brucella sp., Neisseria gonorrhoeae, Neisseria meningitidis, Pasteurella séptica, Leptospira sp., Vibrio cholerae, Fusobacterium sp.
USO CLÍNICO: Tratamiento de las siguientes infecciones debidas a microorganismos sensibles ( A ):
Infecciones otorrinolaringológicas y del tracto respiratorio inferior debidas a especies de Streptococcus α-y β-hemolítico, Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus sp. o Haemophilus influenzae,Infecciones de la piel y tejidos blandos debidas a Streptococcus α-y β-hemolítico, Staphylococcus sp. o E. coli,Infecciones del tracto genitourinario debidas a E. coli, Proteus mirabilis o Enterococcus faecalis,
Otras indicaciones:
Infecciones odontoestomatológicas.Infecciones del tracto gastrointestinal (fiebre tifoidea y paratifoidea).Enfermedad de Lyme o borreliosis, en el tratamiento de la infección precoz localizada (primer estadio o eritema migratorio localizado) y de la infección diseminada.Infecciones del tracto biliar.Tratamiento de Helicobacter pylori (en asociación).Profilaxis de la endocarditis bacteriana en procedimientos dentales.
DOSIS Y PAUTAS DE ADMINISTRACIÓN: Niños de menos de 40 kg: 25-50 mg/kg/día cada 8 horas.
Faringoamigdalitis: 50 mg/kg/día en 2-3 dosis (7-10 días, 10 días en caso de S. pyogenes betahemolítico grupo A).Infecciones respiratorias (otitis media aguda, sinusitis, neumonía) de probable causa neumocócica, sobre todo con prevalencia de resistencia: 80-90 mg/kg/día en tres dosis al día (10 días en 2 años; sinusitis, 7-10 días).Enfermedad de Lyme: 25-50 mg/kg/día de 10 a 21 días en eritema crónico migrans aislado y 100 mg/kg/día en el caso de manifestaciones generalizadas.
Dosis máxima recomendada: 150 mg/kg/día. En neonatos y menores de 2 meses la dosis máxima es 40 mg/kg/día, en intervalos de 12 horas. Niños de más de 40 kg: dosis diaria total: 500 mg, 3 veces al día o 1 g, 2 o 3 veces al día.
Enfermedad de Lyme: 4 g/día en eritema crónico migrans aislado y 6 g/día en caso de manifestaciones generalizadas.Infecciones por Helicobacter pylori : 750 mg a 1 g dos veces al día.Cistitis simple en la mujer: dosis única de 3 g. Dosis oral máxima recomendada: 6 g/día en dosis equivalentes, 3 veces al día.
De elección junto a la penicilina como tratamiento de las faringoamigdalitis por S. pyogenes (40-50 mg/kg/día cada 12 o 24 h; máximo 500 mg/12 h o 1 g/24 h) durante 10 días. Insuficiencia renal:
Si ClCr 10-30 ml/min, 15 mg/kg/día en dos dosis si menor de 40 kg y 500 mg máximo dos veces al día si niños de más de 40 kg.Si ClCr <10 ml/min, 15 mg/kg/día en una dosis si menor de 40 kg y 500 mg/día máximo si niños de más de 40 kg.
Se puede eliminar de la circulación en hemodiálisis. CONTRAINDICACIONES: Amoxicilina no debe ser administrado a pacientes con antecedentes de hipersensibilidad a antibióticos betalactámicos (ejemplo: penicilinas, cefalosporinas) o a cualquiera de los excipientes. No se debe administrar a pacientes con mononucleosis infecciosa. PRECAUCIONES:
El tratamiento debe suspenderse si aparece cualquier reacción de hipersensibilidad.En pacientes con disfunción hepática se recomienda monitorizar periódicamente la función hepática.En tratamientos con dosis elevadas, se aconseja mantener una ingesta de líquidos y una diuresis adecuadas.En tratamientos prolongados: vigilar función renal, hepática y hematopoyética.Colitis asociada al uso de amoxicilina.
Precauciones con las presentaciones que contienen:
Sacarosa (tener en cuenta en pacientes con intolerancia hereditaria a la fructosa, problemas de absorción de glucosa/galactosa, deficiencia en la sacarasa-isomaltasa y pacientes diabéticos).Aspartamo (tener en cuenta en personas afectadas de fenilcetonuria).Lactosa (no deberá tomarse en caso de intolerancia hereditaria a la galactosa o problemas de absorción de glucosa o galactosa).Benzoato sódico (puede ser ligeramente irritante para piel, ojos y membranas mucosas y puede aumentar el riesgo de provocar ictericia en recién nacidos).
EFECTOS SECUNDARIOS: Se describen solo los frecuentes (>1/100 a <1/10) o de relevancia clínica; para el resto, consultar ficha técnica. En general, las reacciones adversas son poco comunes y generalmente de naturaleza débil y transitoria.
Trastornos gastrointestinales: diarrea, náuseas y vómitos.Infecciones: candidiasis mucocutánea.Trastornos de la piel y el tejido subcutáneo: erupción cutánea.
El resto son poco frecuentes y de frecuencia desconocida:
Trastornos hematológicos: leucopenia, trombocitopenia, alargamiento tiempo protrombina.Trastornos inmunológicos: edema angioneurótico, anafilaxia.Trastornos del sistema nervioso: mareo, cefalea.Trastornos hepatobiliares: aumento de las transaminasas, hepatitis.Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: prurito, erupción cutánea, eritema multiforme, síndrome de Steven Johnson.
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS:
Anticoagulantes orales: vigilar INR o tiempo de protrombina y ajustar dosis.Probenecid: incrementa la concentración sérica de amoxicilina. Evitar el uso concomitante.Alopurinol: puede incrementar la frecuencia de rash por amoxicilina.Anticonceptivos orales: puede disminuir su eficacia.Metotrexato: aumento de la concentración de metotrexato.
DATOS FARMACÉUTICOS: Excipientes:
Comprimidos: almidón glicolato sódico, celulosa microcristalina, crospovidona, dióxido de titanio, etanol, estearato de magnesio, metilhidroxipropilcelulosa, polivinilpirrolidona, sacarina sódica, sodio lauril sulfato.Comprimidos dispersables: almidón soluble de patata sin gluten, aspartamo, celulosa microcristalina, croscarmelosa sódica, estearato de magnesio, maltodextrina, dióxido de titanio, manitol, saborizante, sílice coloidal anhidra, talco.Cápsulas: amarillo de quinoleína, azul patentado V, carmoisina, celulosa microcristalina, dióxido de titanio, eritrosina, estearato de magnesio, gelatina, glicolato sódico de almidón, lauril sulfato sódico, lecitina de soja, óxido de hierro, sílice coloidal.Polvo para suspensión oral en sobres: aromas, bióxido de titanio, citrato de sodio, crospovidona, edetato disódico dihidrato, estearato de magnesio, metilparabeno, propilparabeno, sílice coloidal anhidra, sodio lauril sulfato, talco.Polvo para suspensión oral en frasco: ácido cítrico anhidro, aromas, caramelosa sódica, celulosa microcristalina/carboximetilcelulosa sódica, citrato trisódico dihidrato, crospovidona, dimeticona, edetato disódico, estearato de magnesio, metilparabeno, propilparabeno, sílice coloidal anhidra.
Conservación: no conservar a temperatura superior a 25 °C. Conservar protegido de la humedad. Una vez realizada la suspensión oral, mantiene su validez durante 14 días a temperatura no superior a 25 °C (mejor conservar en refrigerador). Agitar cada vez antes de su uso.
Presentaciones comerciales: las presentaciones disponibles en España pueden consultarse online en el Centro de Información de Medicamentos de la AEMPS (CIMA), http://www.aemps.gob.es/cima, y en https://www.aeped.es/comite-medicamentos/pediamecum en el enlace “Presentaciones” correspondiente a cada ficha.
BIBLIOGRAFÍA:
Fichas técnicas del Centro de Información online de Medicamentos de la AEMPS-CIMA, Madrid, España: Agencia española de medicamentos y productos sanitarios (AEMPS), Disponible en: https://cima.aemps.es/cima/publico/lista.html British Medical Association, Royal Pharmaceutical Sociedy of Great Britain, Royal College of Paediatrics and Child Health and Neonatal and Paediatric Pharmacists Group. BNF for children 2018-2019. Basingstoke (UK): BMJ Group, Pharmaceutical Press and RCPCH; 2018.Del Castillo Martín F, Delgado A, Rodrigo G, et al, Consenso Nacional sobre otitis media aguda. An Pediatr.2007;66:603-10.Guía de Prescripción Terapeútica AEMPS. Información de medicamentos autorizados en España. Barcelona: Pharma editores; 2006.Méndez A, García MJ, F. Baquero F, et al, Neumonía adquirida en la comunidad. An Pediatr (Barc).2015;83(3):217.e1-217.e11Micromedex Healthcare ® Series, Greenwood Village, Colorado: Thomson Micromedex Drugdex ® System.1974-2012. Disponible en: www.thomsonhc.com/home/dispatch Piñeiro R, Hijano F, Álvez F, et al, Documento de consenso sobre el diagnóstico y tratamiento de la faringoamigdalitis aguda. An Pediatr (Barc).2011;75(5):342.e1-342.e13.Protocolos de infectología de la AEP. Sociedad Española de Infectología Pediátrica. Año de edición: 2011, 3.ª edición. Disponible en: www.aeped.es/documentos/protocolos-infectologia,UpToDate (Pediatric drug information)., Waltham, MA: Wolters Kluwer Health Clinical Solutions 2012, Disponible en: www.uptodate.com Villa LF (ed.). Medimecum, guía de terapia farmacológica.25.ª edición. España: Adis; 2020.
Fecha de actualización: abril de 2021. La información disponible en cada una de las fichas del Pediamécum ha sido revisada por el Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría y se sustenta en la bibliografía citada. Estas fichas no deben sustituir en ningún caso a las aprobadas para cada medicamento por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Tratamiento de las siguientes infecciones debidas a microorganismos sensibles (A): •Infecciones otorrinolaringológicas y del tracto respiratorio inferior, debidas a especies de Streptococcus α-y β-hemolítico, Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus spp., o Haemophilus influenzae, •Infecciones de la piel y tejidos blandos debido a Streptococcus α-y β-hemolítico, Staphylococcus spp., o E.
coli, •Infecciones del tracto genitourinario, debidas a E. coli, Proteus mirabilis, o Enterococcus faecalis, Otras indicaciones: •Infecciones odontoestomatológicas. •Infecciones del tracto gastrointestinal (fiebre tifoidea y paratifoidea). •Enfermedad de Lyme o Borreliosis, en el tratamiento de la infección precoz localizada (primer estadío o eritema migratorio localizado) y de la infección diseminada.
¿Qué hacer con las caries en los dientes de leche?
Tratamiento para una muela picada –
TRATAMIENTOS A BASE DE FLÚOR pueden ayudarnos a tratar los dientes en las primeras fases de la aparición de la caries, en aquellos casos donde solo hay daños en el esmalte. Se trata de un tratamiento muy precoz, y dura tan solo unos minutos. EMPASTES DENTALES: En etapas más avanzadas el tratamiento se realiza con empastes dentales, ya que el daño en la muela picada es permanente. Es un material que se aplica cuando la lesión ya ha sobrepasado la etapa de erosión del esmalte. Los materiales que se utilizan hoy en día son muy diferentes, pero es habitual que se utilicen resinas del color del diente de forma que no se aprecie. CORONAS DENTALES: También podemos utilizar Coronas dentales si la muela picada está en un estado muy avanzado y tenemos que restaurar la muela completamente. Se tiende a mantener la pieza original colocando una corona encima protegiendo la pieza dental. Estas coronas pueden ser de porcelana, oro etc. ENDODONCIA: En aquellos casos en los que la caries llegue a afectar a la pulpa del diente, es decir al nervio y aliente por completo realizamos una, Con la Endodoncia eliminamos la pulpa del molar y se reemplaza con un relleno Protésico. EXTRAER LA MUELA: En los casos más extremos, tendremos que extraer la muela picada en el caso de que la caries afecte de forma grave a la pieza dental, y la deteriore de forma que no sea posible su reconstrucción. Esto va a ocurrir si tratamos la caries demasiado tarde. En estos casos deberemos recurrir a la colocación de un para sustituir el diente extraído.
Recuerda la importancia de acudir al dentista para recibir el tratamiento adecuado en función del estado en el que se encuentre esa muela picada. : Muela picada y su tratamiento – Clínica AreaDental
¿Cómo desinflamar un absceso dental en niños?
Cuidados generales –
Aplique una compresa fría durante un máximo de 20 minutos varias veces al día. Esto ayuda a calmar el dolor y a aliviar la hinchazón. Para hacer una compresa fría, coloque cubitos de hielo en una bolsa plástica que pueda cerrarse. Envuelva la bolsa en una toalla delgada y seca antes de colocarla sobre la piel de su hijo. Haga que su hijo se enjuague la boca con agua tibia con sal. Esto ayudará a reducir la irritación, la hinchazón de las encías y el dolor. Asegúrese de que su hijo no trague el agua del enjuague. Ayude a su hijo a desarrollar buenos hábitos de higiene bucal. Cepille los dientes de su hijo o haga que el niño se los cepille por lo menos dos veces al día. Use una pasta dental con fluoruro y un cepillo de dientes con cerdas suaves. Ayude a su hijo con las zonas que son difíciles de alcanzar, por ejemplo, las muelas de atrás. Ofrezca a su hijo alimentos saludables variados para comer. Haga que el niño siga una dieta saludable que no incluya muchos alimentos o bebidas azucarados.