Ibuprofeno Para Que Sirve?

Ibuprofeno Para Que Sirve
Dirección de esta página: https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/meds/a682159-es.html Las personas que toman medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) (distintos de la aspirina) como ibuprofeno, pueden tener un riesgo más alto de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral que las personas que no toman estos medicamentos.

  • Estos eventos pueden ocurrir sin previo aviso, y pueden causar la muerte.
  • Este riesgo puede ser mayor para las personas que toman AINE durante mucho tiempo.
  • No use un AINE como ibuprofeno si sufrió un ataque cardíaco recientemente, a menos que se lo indique su médico.
  • Informe a su médico si usted o alguien de su familia tiene o alguna vez ha tenido enfermedad cardíaca, ataque cardíaco o derrame cerebral, si usted fuma y si tiene o alguna vez ha tenido colesterol alto, presión arterial alta o diabetes.

Busque inmediatamente ayuda médica de emergencia si experimenta cualquiera de los síntomas siguientes: dolor de pecho, dificultad para respirar, debilidad en una parte o lado del cuerpo o dificultad para hablar. Si se someterá a un injerto de derivación de la arteria coronaria (CABG, coronary artery bypass graft; un tipo de cirugía del corazón), no debería tomar ibuprofeno justo antes o justo después de la cirugía.

Los AINE como el ibuprofeno pueden causar úlceras, sangrado o perforaciones en el estómago o los intestinos. Estos problemas pueden surgir en cualquier momento durante el tratamiento, presentarse sin síntomas de advertencia e incluso podrían provocar la muerte. El riesgo puede ser mayor para las personas que toman AINE durante mucho tiempo, que tienen una edad avanzada, tienen mala salud o que beben tres o más bebidas alcohólicas al día mientras toman ibuprofeno.

Informe a su médico si toma alguno de los siguientes medicamentos: anticoagulantes (“diluyentes de la sangre”) como warfarina (Coumadin, Jantoven); aspirina; otros AINE como ketoprofeno y naproxeno (Aleve, Naprosyn); esteroides orales como la dexametasona metilprednisolona (Medrol) y prednisona (Rayos); inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como citalopram (Celexa), fluoxetina (Prozac, Sarafem, Selfemra, en Symbyax), fluvoxamina (Luvox), paroxetina (Brisdelle, Paxil, Pexeva) y sertralina (Zoloft); o inhibidores de la recaptación de la serotonina norepinefrina (IRSN) como desvenlafaxina (Khedezla, Pristiq), duloxetina (Cymbalta) y venlafaxina (Effexor XR).

Informe también a su médico si tiene o alguna vez ha tenido úlceras, hemorragia en el estómago o intestinos, u otros trastornos de sangrado. Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, deje de tomar ibuprofeno y llame a su médico: dolor de estómago, acidez estomacal, vómitos con sangre o con aspecto de café molido, sangre en las heces o heces negras y alquitranadas.

Asista a todas las citas con su médico y a las de laboratorio. Su médico supervisará atentamente sus síntomas y probablemente ordenará algunas pruebas para verificar la respuesta de su cuerpo al ibuprofeno. Asegúrese de informar a su médico cómo se siente, de manera que pueda recetarle la cantidad correcta de medicamento para tratar su afección con el menor riesgo de efectos secundarios graves.

  • Su médico o farmacéutico le dará la hoja de información del fabricante para el paciente (Guía del medicamento) cuando inicie el tratamiento con ibuprofeno recetado, y cada vez que vuelva a surtir su receta médica.
  • Lea la información atentamente, y si tiene alguna duda pregúntele a su médico o farmacéutico.

También puede visitar el sitio web de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, Food and Drug Administration) ( http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm ) o el sitio web del fabricante para obtener la Guía del medicamento. El ibuprofeno recetado se usa para aliviar el dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez ocasionados por la osteoartritis (artritis causada por el desgaste del revestimiento de las articulaciones), y la artritis reumatoide (artritis causada por la inflamación del revestimiento de las articulaciones).

  1. También se utiliza para aliviar el dolor de leve o moderado, incluido el dolor menstrual (dolor que se produce antes o durante el periodo menstrual).
  2. El ibuprofeno de venta libre se utiliza para reducir la fiebre y aliviar los dolores menores por de cefalea, dolor muscular, artritis, periodos menstruales, resfriado común, dolor de muelas y dolor de espalda.

El ibuprofeno pertenece a una clase de medicamentos llamados AINE. Su acción consiste en detener la producción del cuerpo de una sustancia que causa dolor, fiebre e inflamación. La presentación del ibuprofeno recetado es en tabletas para tomar por vía oral.

Por lo general se toma de tres o cuatro veces al día para la artritis, o cada 4 o 6 horas según sea necesario para calmar el dolor. La presentación de ibuprofeno de venta libre es en tabletas, tabletas masticables, suspensión (líquido) y gotas (líquido concentrado). En general, los adultos y niños mayores de 12 años pueden tomar el ibuprofeno de venta libre cada 4 a 6 horas, según sea necesario, para el dolor o la fiebre.

Por lo general, a los niños y los bebés se les puede dar ibuprofeno de venta libre cada 6 a 8 horas para el dolor o la fiebre, según sea necesario, pero no más de 4 dosis cada 24 horas. El ibuprofeno se puede tomar con alimentos o con leche para prevenir el malestar estomacal.

  1. Si está tomando ibuprofeno con regularidad, debe tomarlo a la(s) misma(s) hora(s) todos los días.
  2. Siga atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta del paquete o en la receta médica, y pida a su médico o farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda.
  3. Tome ibuprofeno exactamente como se lo indicaron.

No tome una cantidad mayor o menor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de lo que se indica en la etiqueta del paquete o lo que indica la receta de su médico. El ibuprofeno se presenta solo y en combinación con otros medicamentos. Algunos de esos productos combinados se venden exclusivamente con receta, pero muchos otros son de venta libre y se usan para tratar la tos, los síntomas del resfriado y otras afecciones.

  1. Si su médico le recetó algún medicamento que contiene ibuprofeno, tenga cuidado de no tomar ningún otro medicamento de venta libre que también contenga ibuprofeno.
  2. Trague la tableta entera, no la mastique ni triture.
  3. Si está en busca de un producto para tratar la tos o los síntomas del resfriado, pídale a su médico o a su farmacéutico que le recomiende el producto más indicado para usted.

Lea detenidamente las etiquetas de los medicamentos de venta libre antes de usar dos o más productos al mismo tiempo. Estos productos pueden contener los mismos ingredientes activos, de modo que tomarlos juntos podría causarle una sobredosis. Esto es particularmente importante si le va a dar medicamentos contra la tos y el resfriado a un niño.

  • Los productos combinados para la tos y el resfriado de venta libre, entre ellos los que contienen ibuprofeno, pueden provocarles efectos secundarios graves e incluso mortales a los niños de corta edad.
  • No dé estos productos a niños menores de 4 años.
  • Si les da estos productos a niños de 4 a 11 años, hágalo con precaución y siga al pie de la letra las indicaciones del envase.

Si le dará ibuprofeno o un producto combinado que contenga ibuprofeno a un niño, lea atentamente la etiqueta del envase para asegurarse de que es el producto adecuado para un niño de esa edad. No les dé a los niños productos de ibuprofeno que están indicados para adultos.

  1. Antes de darle un producto con ibuprofeno a un niño, revise la etiqueta del envase para ver qué cantidad de medicamento debe proporcionarle.
  2. Dé la dosis que coincida con la edad del niño en la tabla.
  3. Pregúntele al pediatra si tiene dudas sobre cuánto medicamento darle al niño.
  4. Agite bien la suspensión y las gotas antes de cada uso para mezclar uniformemente el medicamento.

Use la taza medidora que viene con el producto para medir cada dosis de la suspensión, o el gotero del frasco para medir cada dosis de las gotas. Las tabletas masticables pueden causar ardor en la boca o la garganta. Acompañe las tabletas masticables con alimentos o agua.

Deje de tomar el ibuprofeno de venta libre y llame a su médico si los síntomas empeoran, si se presentan síntomas nuevos o inesperados, si la parte de su cuerpo que estaba dolorida se enrojece o inflama, si el dolor dura más de 10 días o si la fiebre persiste por más de 3 días. Deje de darle el ibuprofeno de venta libre a su hijo, y llame al pediatra si el niño no empieza a sentirse mejor durante las primeras 24 horas de tratamiento.

Asimismo, deje de darle el ibuprofeno de venta libre a su hijo y llame al pediatra si el niño presenta nuevos síntomas, como enrojecimiento o hinchazón de la parte dolorida del cuerpo, o si el dolor o la fiebre empeoran o persisten por más de 3 días.

No le dé ibuprofeno de venta libre a un niño con dolor de garganta intenso o persistente, o que esté acompañado de acompañado de fiebre, dolor de cabeza, náuseas o vómitos. Llame de inmediato al pediatra, ya que esos síntomas pueden ser señales de una afección más grave. A veces se usa también el ibuprofeno para tratar la espondilitis anquilosante (artritis que afecta principalmente la columna vertebral), la artritis gotosa (dolor articular debido a la acumulación de ciertas sustancias en las articulaciones) y la artritis psoriásica (artritis que ocurre junto con una enfermedad crónica de la piel que provoca descamación e inflamación).

Hable con su médico acerca de los riesgos de usar este fármaco para tratar su afección. A veces se receta este medicamento para otros usos; pídales más información a su médico o a su farmacéutico.

¿Cuándo hay que tomarse el ibuprofeno?

En qué casos tomar ibuprofeno – Para saber cuándo tomar ibuprofeno es importante tener claro cuál es su función, es decir, para qué sirve el ibuprofeno. Así, el ibuprofeno es un principio activo que actúa aliviando el dolor y la fiebre, reduciendo ambos síntomas.

  1. Por lo tanto, podremos tomar ibuprofeno cuando sintamos dolor ocasional de intensidad leve o moderada,
  2. Por ejemplo, puede aliviarnos cuando sufrimos dolor de cabeza, dental, menstrual o, también, si tenemos fiebre.
  3. Igualmente, el ibuprofeno sirve para aliviar dolores musculares, como una contractura, o molestias en la espalda, por ejemplo, en caso de lumbago.

En el caso de niños menores de 2 años, este medicamento debe administrarse bajo supervisión médica. Además, debes consultar a un médico si los síntomas empeoran o si no mejoran, si la fiebre persiste durante más de 3 días o el dolor más de 3 días en adolescentes o 5 días en adultos.

¿Qué es mejor el ibuprofeno o el paracetamol?

Uso del Ibuprofeno – En general, este medicamento se utiliza para dolores que impliquen algún tipo de inflamación, debido a sus propiedades antiinflamatorias, o que sean muy agudos como para tratarlos con el Paracetamol. Su uso estaría indicado para dolores menstruales, dolor dental y de encias, dolor de garganta causado por inflamación, dolor muscular y lesiones como esguinces o torceduras,

  1. Además, está recomendado para el tratamiento de la artritis y artrosis y el dolor postoperatorio.
  2. Debido a las cualidades analgésicas y antipiréticas también se puede utilizar para dolores de cabeza y para bajar la fiebre, pero es preferible hacer uso del Paracetamol, que tiene menos riesgo de dañar el estómago, y solo en caso de que el dolor o la fiebre sean demasiado agudos y no desaparezcan con Paracetamol, hacer uso del Ibuprofeno.

En algunos casos, el médico podría recomendar combinar ambos medicamentos. En general, ambos medicamentos pueden ser utilizados para el control del dolor y de la fiebre. Pero el Paracetamol no tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que en dolores provocados por inflamación o que cursen con inflamación, sería más recomendable utilizar el Ibuprofeno.

  • Por el contrario, aunque ambos tienen la capacidad de reducir la fiebre, si esta puede ser controlada con Paracetamol es mejor hacer uso de este medicamento, ya que los efectos secundarios de este son menores.
  • En cualquier caso, lo recomendable es consultar a un médico que pueda recetarnos el medicamento y la dosis que más se ajuste a nuestras necesidades y que pueda aclararnos todas las dudas que tengamos sobre su uso.

Imágenes Cinfa, Bayer, Vitónica En Vitónica | ¿Abusamos los deportistas del ibuprofeno? En Vitónica | Dolor lumbar agudo: el paracetamol es poco efectivo, pero el ejercicio ayuda

¿Cuál es el mejor antiinflamatorio?

Aspirina – Sin duda, el antiinflamatorio que más se utiliza a nivel mundial. Sus funciones principales son las mismas que las del ibuprofeno. La aspirina reduce la inflamación, alivia el dolor gracias a sus propiedades analgésicas y baja la fiebre. Su función más habitual es quitar el dolor de cabeza.

¿Cuántos días tomar ibuprofeno para desinflamar?

Dosis del ibuprofeno – Tómalo de manera puntual; no es recomendable utilizar el ibuprofeno más de 4-5 días consecutivos sin supervisión médica o de tu farmacéutico. Respeta la dosis máxima de 600 mg cada 8 horas y toma solo lo que necesites para aliviar el dolor o la fiebre. Y recuerda ¡La eficacia del ibuprofeno 400mgrs es la misma que la de 600mgrs pero tiene muchos menos de efectos secundarios!

¿Que desinflama el ibuprofeno?

Este fármaco pertenece a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Su acción es analgésica, antitérmica y antiinflamatoria. Es decir, es capaz de aliviar el dolor, bajar la fiebre y reducir la inflamación desde la media hora posterior a su ingesta y hasta las seis horas siguientes, aproximadamente.

¿Cuál es el mejor relajante muscular?

Relajantes musculares. Revisión | Farmacia Profesional La espasticidad y los espasmos musculares son condiciones frecuentes que afectan tanto la capacidad funcional como la calidad de vida de los pacientes que las presentan. En este artículo se revisan las opciones farmacológicas de tratamiento de estas alteraciones: bloqueadores neuromusculares y espasmolíticos. La espasticidad se presenta como secuela de lesiones o enfermedades del sistema nervioso central (SNC) y los espasmos musculares suelen ser consecuencia de lesiones del sistema nervioso periférico o muscular: traumatismos, síndromes miofasciales, síndromes de fibromialgia, espasmos de protección, etc. El tratamiento de estos problemas suele requerir la combinación de medicamentos y la utilización de medios físicos y corrientes eléctricas, así como de reeducación neuromuscular y, en algunos casos, bloqueo de puntos gatillo y bloqueos de puntos motores. A veces precisa, incluso, de tratamiento quirúrgico. Relajantes musculares esqueléticos Los relajantes musculares esqueléticos son fármacos que actúan sobre los centros nerviosos y deprimen la actividad del músculo esquelético, disminuyendo el tono y los movimientos involuntarios. Hay dos grupos de fármacos con acciones y finalidades diferentes: – Bloqueadores neuromusculares. Utilizados durante los procedimientos quirúrgicos. Interfieren en la transmisión en la placa neuromuscular y no son activos sobre el SNC; se utilizan junto a los anestésicos generales. En este grupo se incluyen: atracuronio, pancuronio, succinilcolina, etc. – Espasmolíticos. Reducen la espasticidad en diversas afecciones neurológicas. Se emplean para el espasmo muscular local agudo. A diferencia de otros fármacos, los relajantes del músculo esquelético son un grupo heterogéneo y no están químicamente relacionados. Debido a esto, existen diferencias importantes en cuanto a eficacia o seguridad que necesitan ser consideradas a la hora de elegir una medicación para tratar a pacientes con espasticidad o con problemas osteomusculares. Los fármacos más eficaces con que se cuenta para el control de la espasticidad incluyen el baclofeno, el diazepam y el dantroleno. La mayoría de los medicamentos que se describen a continuación tienen en común su capacidad para mejorar la función del músculo esquelético principalmente mediante sus acciones sobre el SNC. La mayoría de estos medicamentos (los utilizados para el tratamiento de la espasticidad y de los espasmos musculares agudos) deprimen con grado variable de selectividad ciertos sistemas neuronales que controlan el tono muscular. Los miorrelajantes pueden dividirse en dos categorías principales: fármacos antiespasmódicos y antiespásticos. Los fármacos antiespasmódicos se usan para disminuir el espasmo muscular asociado a ciertos trastornos dolorosos como el dolor lumbar. Los fármacos antiespasmódicos pueden clasificarse a su vez en benzodiazepinas y fármacos no benzodiazepínicos. Los fármacos no benzodiazepínicos incluyen una variedad de fármacos que pueden actuar sobre el tronco encefálico o de la médula espinal. Espasticidad y espasmos musculares El término espasticidad se aplica, de forma global, a todas aquellas anomalías de la regulación del tono del músculo esquelético que resultan de lesiones en distintos ámbitos del SNC. Un elemento clínico que se encuentra casi siempre en estas alteraciones es la hiperexcitabilidad de los llamados reflejos de estiramiento tónicos. Estos reflejos ocurren cuando un músculo esquelético se estira. Hay entonces una contracción refleja brusca, que puede llegar a ser dolorosa y hace que el control muscular se deteriore. No debemos confundir la espasticidad con los espasmos musculares. Ambos términos representan diferentes tipos de tono muscular aumentado que resultan de trastornos diferentes. La espasticidad no es en sí una enfermedad, sino consecuencia de alteraciones como la esclerosis múltiple, enfermedades cerebrovasculares (hemorragias o embolias cerebrales), parálisis cerebral o lesiones traumáticas del cerebro o de la médula espinal. Por otra parte, los espasmos musculares significan un aumento involuntario de la tensión muscular, que resulta de alteraciones de tipo inflamatorio del músculo esquelético. La espasticidad es uno de los componentes de daño neurológico llamados positivos, entre los que se incluyen exceso de actividad motora involuntaria (tono, reacciones tendinosas, espasmos flexores, reflejos en masa, distonía, respuesta reflejas anormales, etc.), y que se diferencian de los signos y síntomas negativos, como son debilidad, parálisis, tendencia a la fatiga y pérdida del control fino de los movimientos. En la actualidad sólo existe tratamiento farmacológico para los signos y síntomas positivos, a pesar de que los negativos son tan incapacitantes para el paciente como los primeros. Baclofeno El baclofeno es un ácido similar al ácido gammaaminobutírico (GABA). Este es uno de los principales inhibidores del sistema nervioso central. Los receptores para el baclofeno son designados como receptores GABA B, Cuando el baclofeno activa los receptores, la neurona se hiperpolariza, el flujo de calcio se disminuye y la conductancia del potasio aumenta; por consiguiente, hay disminución en la liberación de neurotransmisores excitatorios. El baclofeno reduce la excitabilidad de las terminales aferentes primarias, inhibe la actividad refleja mono y polisináptica y reduce la actividad de neurona motora gamma. Se emplea para reducir la frecuencia y severidad de los espasmos extensores y flexores y para disminuir la hipertonía muscular. Se absorbe rápidamente por vía oral, con una vida media de 3-4 horas. Se elimina principalmente por el riñón y el 15% es metabolizado en hígado. En pacientes con compromiso de la función renal, las dosis deben ser reducidas. Se recomienda siempre antes de iniciar un tratamiento conocer los parámetros de la función hepática, con una evaluación periódica de estas pruebas durante el tratamiento. Las dosis iniciales deben ser bajas y se incrementan lentamente agregando 5 mg cada 3 o 4 días. La dosis máxima recomendada es de 80 mg/día, dividida en 4 dosis. En algunos casos se requieren dosis altas hasta de 240 mg/día. Su administración sistémica se acompaña frecuentemente de efectos adversos como somnolencia, mareo, debilidad, ataxia y estados de confusión (desorientación en el tiempo y en el espacio). La sobredosis puede producir crisis convulsivas, depresión respiratoria y coma. No se recomienda suspender bruscamente el tratamiento crónico. En los últimos años se ha empleado la administración intratecal (mediante una aguja dirigida al canal espinal) de baclofeno con buenos resultados. El tratamiento implica el uso de una bomba de infusión continua programable, con la ventaja de poder alcanzar niveles del fármaco más alto en el SNC y disminuir los efectos colaterales. El criterio de elección de los pacientes más importante es la falta de respuesta positiva a cualquier fármaco antiespástico oral o la aparición de efectos adversos debidos al tratamiento oral. Actualmente, el tratamiento de la espasticidad con baclofeno vía intratecal es la forma más eficaz de reducir la espasticidad independientemente de la causa que la origina. Diazepam El diazepam es una benzodiacepina útil en el tratamiento de la agitación y la ansiedad. Reduce el reflejo polisináptico produciendo relajación muscular y sedación, y tiene efecto antiespástico. El tratamiento se inicia con dosis de 5 mg una vez al día, que se van incrementando hasta 10 mg si es necesario. Se absorbe por vía oral. Las concentraciones plasmáticas máximas se producen al cabo de 1 hora. El diazepam se metaboliza a un compuesto activo, N-desmetildiazepam. La vida media es de 20-80 horas y se une en un 98-99% a proteínas plasmáticas. Los signos de intoxicación con diazepam son somnolencia progresiva hasta llegar al coma, aunque las benzodiacepinas tienen un rango alto de seguridad. Los síntomas de la retirada brusca con dosis elevadas (> 40 mg/día) incluyen: ansiedad, irritabilidad, temblor, fasciculaciones, náusea, hipersensibilidad a la luz, sonidos, presión, insomnio, convulsiones, psicosis y posiblemente la muerte. Los síntomas aparecen a los 2-4 días de haber suspendido el medicamento para las benzodiazepinas de acción prolongada. Para las de acción corta, los síntomas tienen lugar al cabo de 1-2 días de haber suspendido el medicamento. Al igual que otras benzodiazepinas, el diazepam ejerce su acción facilitando la transmisión GABAérgica. En la médula espinal, estos efectos se manifiestan como una disminución de la actividad eléctrica espontánea o provocada, regulada por interneuronas inhibitorias —en su mayoría GABAérgicas o glicinérgicas— que participan en circuitos de retroalimentación y de inhibición recurrente. Una activación de estas neuronas o los efectos del neurotransmisor liberado se manifiesta como un aumento o potenciación de la inhibición presináptica. Los efectos antiespásticos del diazepam son aparentes incluso en pacientes con sección medular completa, lo que indica que el fármaco ejerce directamente sus acciones en el tejido nervioso. Los efectos electrofisiológicos incluyen un aumento de la inhibición de reflejos tendinosos producida por estímulos vibratorios, que contrastan con los producidos por el baclofeno. Las reacciones colaterales del diazepam incluyen sedación, ataxia, ralentización de las funciones psicomotoras, sequedad de la boca, cefalea, molestias gástricas, etc. Después de la administración crónica, el diazepam induce cierto grado de dependencia, con signos de abstinencia que pueden incluir insomnio y una exacerbación del cuadro espástico. El fármaco es eficaz en pacientes con esclerosis múltiple o alteraciones puramente espinales, en particular, las relacionadas con traumatismos. Existen otras benzodiazepinas ensayadas con relativo éxito en casos de espasticidad, como el ketazolam y el midazolam. En general, no hay evidencia de que alguna benzodiazepina sea más efectiva que otra si se administra la dosificación adecuada; sin embargo, las diferencias farmacocinéticas entre los fármacos pueden ser consideraciones importantes en la elección de las prescripciones. Los tratamientos de la espasticidad tienen el objetivo de preservar y optimizar el funcionalismo y la movilidad, aliviar los espasmos musculares dolorosos, prevenir complicaciones como las contracturas y facilitar los cuidados de enfermería y la rehabilitación Tizanidina La tizanidina es un derivado de la imidazolina relacionado con los agonistas alfa2-adrenérgicos que se une a los receptores de éstos en sitios espinales y supraespinales. Es un fármaco antiespasmódico que ha mostrado en estudios en animales que además del efecto miorrelajante y antinociceptivo tiene también efectos gastroprotectores que pueden favorecer su combinación con fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). En el ámbito espinal, la tizanidina disminuye la actividad refleja, especialmente la polisináptica. La tizanidina puede restaurar o mejorar la inhibición noradrenérgica presináptica en pacientes espásticos. Produce efectos antiespásticos y es menos sedativa que el baclofeno y el diazepam. Es bien tolerada en el tratamiento de la espasticidad de diversas etiologías. No produce disminuciones significativas de la presión arterial; cuando ésta es sintomática generalmente está asociada a ingesta de antihipertensivos concomitantes. Hay numerosas evidencias que demuestran la eficacia del uso de la tizanidina en monoterapia en el tratamiento de la espasticidad. Además, se ha demostrado en un estudio que la terapia de la tizanidina en combinación con baclofeno puede controlar eficazmente la espasticidad con menor incidencia de acontecimientos adversos dependientes de la dosis, aunque se necesitan estudios adicionales para confirmar estos resultados. La tizanidina se absorbe por vía oral y tiene un extenso metabolismo hepático para inactivar componentes que posteriormente son eliminados por la orina. Se debe usar con precaución en pacientes con anormalidades hepáticas. Los principales efectos secundarios son vértigo y debilidad. Se recomienda comenzar con dosis únicas de 2 a 4 mg. Se puede incrementar la dosis de 2 a 4 mg cada 2-4 días. La dosis máxima recomendada es de 36 mg al día. Ciclobenzaprina La ciclobenzaprina está relacionada estructural y farmacológicamente con los antidepresivos tricíclicos. Es un relajante muscular de acción central útil para el tratamiento del espasmo muscular localizado de cualquier etiología. Actualmente se cree que actúa en el tronco encefálico en lugar de actuar sobre la médula espinal. La dosis usual para adultos es de 10 mg 3 veces al día. Al igual que los antidepresivos tricíclicos, produce efectos anticolinérgicos como sequedad de boca, visión borrosa, aumento de la presión intraocular, retención urinaria y estreñimiento. Está contraindicado en pacientes con anormalidades cardíacas y en pacientes que toman inhibidores de la monoaminooxidasa. Puede utilizarse con precaución en pacientes con historial de enfermedad psiquiátrica. La sobredosis de 900 mg se trata con fisostigmina (1 mg, iv). Clorzoxazona La clorzoxazona es un benzimidazol con propiedades inhibitorias centrales, pero su utilidad es limitada por su baja potencia. La dosis usual en adultos es de 250-750 mg, 3-4 veces al día. Puede producir toxicidad hepática, y en algunos casos la muerte por fallo hepático, por lo que está contraindicada en pacientes con enfermedad hepática. Requiere un estricto control de la función hepática durante el tratamiento. Orfenadrina La orfenadrina es un análogo de la difenhidramina. Ha demostrado alguna eficacia en el tratamiento de la espasticidad en pacientes con traumatismo raquimedular. La dosis usual es de 100 mg dos veces al día. Tiene propiedades anticolinérgicas y raramente se ha reportado anemia aplásica como efecto adverso del medicamento. Metaxalona La metaxolona produce efectos antiespasmódicos moderados y sedación leve. Los principales efectos de la metaxalona fueron descritos en un estudio doble ciego con 200 pacientes que padecían dolor lumbar. Un alto porcentaje mejoró sus arcos de movilidad y vio disminuir los espasmos musculares. Entre los efectos secundarios más frecuentes destacan náuseas, vómito, vértigo, poliuria, cefalea y, paradójicamente, calambres musculares. También puede producir anemia hemolítica y trastornos de la función hepática; por ello se debe hacer un seguimiento de la función eritrocitaria y de las enzimas hepáticas durante el tratamiento. La metaxalona se presenta en tabletas de 400 mg. La dosis usual para adultos es de 800 mg, 3 o 4 veces al día. Tolperisona La tolperisona presenta una actividad similar a la de la lidocaína y estabiliza las membranas nerviosas. Bloquea los reflejos monosinápticos y polisinápticos a nivel espinal de una manera dependiente de la dosis. Se cree que la tolperisona media la relajación muscular sin sedación concomitante ni fenómenos de retirada. Gabapentina La gabapentina es un anticonvulsivante con estructura similar al GABA. Atraviesa la barrera hematoencefálica, no activa receptores GABA ni altera su metabolismo. Su biodisponibilidad es del 60% después de una dosis oral de 300 mg con una concentración plasmática máxima al cabo de 2-3 horas. Después de administrar 1.600 mg, la biodisponibilidad es del 35%. La presencia de alimentos no altera la absorción, sin embargo, sustancias como el hidróxido de aluminio y de magnesio reducen la absorción a un 20%. Mejora significativamente el tono espástico muscular en pacientes con esclerosis múltiple a dosis de 1.200 mg día. En pacientes con traumatismo raquimedular se requieren altas dosis de gabapentina (2.400-3.600 mg) para obtener efectos antiespásticos. La respuesta está directamente relacionada con la dosis y ésta debe ser mínima, de 1.200 mg al día. Los relajantes musculares de acción central más antiguos incluyen carisoprodol, metocarbamol y meprobamato. Todos estos agentes son menos eficaces que los fámacos mencionados anteriormente y son más tóxicos en sobredosis. Por estas razones su uso no se recomienda como tratamiento de primera línea. Carisoprodol El carisoprodol es un relajante muscular de acción central con efectos antiespásticos. Bloquea la actividad interneuronal en la formación reticular descendente y en la médula espinal. Se metaboliza a meprobamato. Los efectos secundarios incluyen sedación y debilidad y dependencia al meprobamato. La dosis usual en adultos es de 350 mg, 4 veces al día. La retirada súbita es la causa de síntomas como agitación, anorexia, vómito, alucinaciones, convulsiones y raramente la muerte. Los relajantes musculares esqueléticos son fármacos que actúan sobre los centros nerviosos y deprimen la actvidad del músculo esquelético, disminuyendo el tono y los movimientos involuntarios Metocarbamol El metocarbamol es un carbamato análogo derivado de la mefenesina. Su efecto es prolongado, produciendo inhibición de los reflejos polisinápticos. Se comercializa en tabletas de 500 a 750 mg. La dosis usual en adultos es de 1 g, 4 veces al día. Se encuentra asociado a analgésicos como el paracetamol o ácido acetilsalicílico. Meprobamato El meprobamato se introdujo como un agente ansiolítico en 1955 y se prescribe principalmente para tratar la ansiedad, la tensión y los espasmos musculares asociados. La aparición y la duración de la acción son similares a las de los barbitúricos de acción intermedia; sin embargo, las dosis terapéuticas de meprobamato producen menos sedación y toxicidad que los barbitúricos. El uso excesivo puede provocar dependencia psicológica y física. Entre los relajantes musculares de acción periférica destacan el dantroleno y la toxina botulínica. Dantroleno El dantroleno es un derivado de la hidantoína. A diferencia del baclofeno y el diazepam, sus acciones terapéuticas se deben a que actúa directamente sobre el músculo esquelético, bloqueando el canal de calcio del retículo sarcoplásmico y reduciendo así la concentración de calcio y disminuyendo la interacción de la miosina con la actina. El dantroleno tiene un efecto diferencial en los diferentes tipos de fibras musculares: las unidades rápidas (las que se contraen rápidamente por cortos períodos) son debilitadas significativamente en mayor medida que las fibras lentas (aquéllas que tienden a contraerse tónicamente por largos períodos y son más resistentes a la fatiga), sin afectar la transmisión neuromuscular. El dantroleno es particularmente eficaz en pacientes con espasticidad de origen cerebral o espinal, a excepción de la esclerosis múltiple, en la que la espasticidad parece ser más resistente a este agente. El inicio del tratamiento de la espasticidad debe ser con 25 mg al día, incrementándose la dosis cada 4-7 días, con un máximo de 100 mgs 4 veces al día. Este fármaco se absorbe parcialmente por vía oral (aproximadamente el 20% de la dosis), por ello la forma oral se presenta en forma de sal para mejorar la absorción (aproximadamente 70%), que tiene lugar principalmente en el intestino delgado. Después de una dosis de 100 mg, la concentración plasmática máxima de ácido libre tiene lugar al cabo de 3-6 horas, y el metabolito activo (5-hidroxidantroleno) aparece a las 4-8 horas. El dantroleno tiene carácter lipófilo y puede atravesar la barrera placentaria. La eliminación del medicamento no metabolizado es por vía urinaria (15-25%), seguida por excreción urinaria del metabolito después de la administración oral. La vida media de eliminación es de 15,5 horas tras una dosis oral, y de 12,1 horas después de una administración intravenosa. No se ha descrito tolerancia después de su administración crónica. Entre los efectos adversos, el más serio constituye la hepatotoxicidad. Se ha descrito hepatitis fatal en 0,1-0,2% de pacientes tratados con este fármaco durante más de dos meses. Por esta razón, es conveniente suspender el tratamiento con dantroleno si después de 45 días no se ha observado mejoría, o ante alteraciones hepáticas, que pueden detectarse mediante pruebas de laboratorio. El efecto colateral más frecuentemente es la debilidad, que puede ser más invalidante que la misma espasticidad en algunos pacientes. El dantroleno se ha utilizado solo o combinado con baclofeno. Su asociación con diazepam puede aumentar los característicos efectos sedantes de este último. La espasticidad no es en sí una enfermedad, sino consecuencia de alteraciones como la esclerosis múltiple, enfermedades cerebrovasculares (hemorragias o embolias cerebrales), parálisis cerebral o lesiones traumáticas del cerebro o de la médula espinal Toxina botulínica Constituyen una familia de neurotoxinas producidas por la bacteria anaerobia Clostridium botulinum, Inhiben específicamente la liberación de acetilcolina en la placa neuromuscular y causan parálisis del músculo esquelético. La toxina botulínica (BTX) purificada se ha utilizado en la clínica para tratar trastornos de la contracción del músculo, tales como espasticidad y distonía. La toxina botulínica se purifica en forma de complejos de elevado peso molecular que contengan proteínas bacterianas adicionales que protejan a la molécula de la toxina. La toxina botulínica se utiliza conjuntamente con otras medidas, tales como productos medicinales orales o intratecales o fisioterapia. Se ha descrito que mejora la capacidad de andar y el soporte de pacientes con espasticidad de cadera y del flexor de la rodilla. El tratamiento con la toxina botulínica facilita el cuidado de pacientes con espasticidad aductora severa y espasticidad del flexor de las extremidades y las manos y también la autosuficiencia y capacidad para vestirse de pacientes con espasticidad del brazo. Con el uso local de la toxina botulínica los espasmos dolorosos han llegado a ser tratables sin tener que aceptar los efectos generalmente adversos de los fármacos orales antiespásticos. Para los niños con espasticidad congénita o adquirida en la niñez temprana, el tratamiento a largo plazo puede contribuir a la mejora del desarrollo motor. La inyección intramuscular cuidadosa es esencial ya que una inyección equivocada podría dar lugar a parálisis de un músculo no afectado. Conclusiones Los tratamientos de la espasticidad tienen el objetivo de preservar y optimizar el funcionalismo y la movilidad, aliviar los espasmos musculares dolorosos, prevenir las complicaciones como las contracturas y facilitar los cuidados de enfermería y la rehabilitación. Su aplicación requiere una evaluación cuidadosa por especialistas de muchas disciplinas, con el fin de individualizar las diferentes modalidades terapéuticas y combinarlas de manera óptima. Estas modalidades son diversas formas de fisioterapia, tratamiento farmacológico (baclofeno) por vía oral o intratecal, bloqueo nervioso y neuromuscular y cirugía. Incluso en pacientes discapacitados por la espasticidad, un tratamiento cuidadosamente planificado puede ayudar a dar sensación de confort y a facilitar los cuidados de enfermería. Por otro lado, gran parte de las publicaciones sobre el tratamiento de la espasticidad procede de estudios no controlados o de estudios observacionales. Son necesarios ensayos clínicos bien diseñados, con seguimiento adecuado, para investigar cómo las modalidades individuales de tratamiento y sus combinaciones contribuyen a mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida en diferentes situaciones clínicas. Los ensayos clínicos con fármacos administrados por vía oral, que han sido generalmente breves, demuestran que se puede reducir el exceso de tono muscular y aliviar los espasmos musculares dolorosos. Sin embargo, hay pocas pruebas de que modifiquen de manera consistente el nivel global de discapacidad, ni de que mejoren la calidad de vida. Aunque cada fármaco tiene un mecanismo de acción diferente, no se han encontrado pruebas convincentes de que esto se traduzca en una eficacia superior en alguna situación clínica determinada. No hay tampoco datos para juzgar la eficacia o la seguridad comparativa de los relajantes de músculo esquelético en los pacientes para quienes un agente ha fallado o quienes han tenido efectos secundarios intolerables. Puede haber otras razones (conveniencia, conformidad mejorada, un mejor sueño, o una relevación de dolor más constante) para elegir un relajante de músculo esquelético específico, pero estos resultados no se han determinado adecuadamente. Bibliografía general Chou R, Peterson K, Helfand M. Comparative Efficacy and safety of skeletal muscle relaxants for spasticity and musculoskeletal conditions: A systematic review. J Pain Symptom Manage.2004;2:140-75. Dones I. Intrathecal baclofen for the treatment of spasticity. Acta Neurochir Suppl.2007; 97(Pt 1):185-8. Kamen L, Henney HR, Runyan JD. A practical overview of tizanidine use for spasticity secondary to multiple sclerosis, stroke, and spinal cord injury. Curr Med Res Opin.2008;2:425-39. Olkkola KT, Ahonen J. Midazolam and other benzodiazepines. Handb Exp Pharmacol.2008; (182):335-60. Reichel G. Botulinum toxin: a new dimension for spasticity. MMW Fortschr Med.2007;Suppl 2:65-9. See S, Ginzburg R. Skeletal muscle relaxants. Pharmacotherapy.2008;2:207-13. : Relajantes musculares. Revisión | Farmacia Profesional

See also:  Como Darle Ibuprofeno A Un Perro?

¿Cuál es la ibuprofeno más fuerte?

Diferencias de eficacia – A pesar de ser los dos AINES, sus moléculas trabajan distinto, y mientras la eficacia del ibuprofeno está probada a dosis entre 400 y 600 mg, siendo la recomendada 400 mg, el dexketoprofeno trabaja con la misma eficiencia con solo 25 mg,

Dolor menstrual Dolores musculares debidos a contracturas, lumbalgias, etc. Dolores derivados de inflamaciones de encía y problemas con dientes y muelas. Dolores postoperatorios.

Un estudio indica que tras intervenciones quirúrgicas orales, el ibuprofeno tarda más en hacer efecto que el dexketoprofeno aunque su duración analgésica es más larga (de 6 a 8 horas frente a 5h y media). Y lo mismo indica esta revisión de Cochrane, que revela que con un dosis única de dexketoprofeno de 10 mg a 25 mg se obtiene un elevado nivel de alivio del dolor, entre un 45% y un 50%, en pacientes con dolor posoperatorio de moderado a intenso.

¿Qué pasa si tomo ibuprofeno si tengo Covid?

Creo que tengo COVID-19, ¿qué debo hacer? Todo depende de los síntomas y factores de riesgo que presente. Para la mayoría de las personas sanas, la COVID-19 será el tipo de infección respiratoria que todos sufrimos cada tanto. Los síntomas son tos seca, fiebre y dificultad para respirar.

  • Algunas personas también sufren dolor de cabeza y malestar corporal, además de náuseas, diarrea y pérdida del olfato.
  • Puede leer más sobre los síntomas aquí,
  • Todas las personas que tengan síntomas y formen parte de un grupo de alto riesgo deben comunicarse de inmediato con su proveedor de atención médica.

En este grupo, se incluyen adultos mayores; personas con afecciones subyacentes, como diabetes, enfermedades del corazón y asma; embarazadas; y personas cuyos sistemas inmunitarios estén comprometidos debido a tratamientos contra el cáncer, trasplantes de órganos y otras afecciones.

  1. Para comunicarse con su proveedor, llame a la clínica o envíe un mensaje a través de MyChart,
  2. También puede participar en una consulta por video,
  3. No vaya a la clínica, al departamento de urgencias ni a la sala de emergencias sin haber llamado antes, a menos que presente signos de advertencia de emergencia, como dificultad para respirar, dolor persistente o presión en el pecho, aparición de confusión o dificultad para despertarse, o color azulado en los labios o el rostro.

Si tiene esos síntomas, llame al 911 y asegúrese de informarle al operador que sospecha que tiene COVID-19. Aunque no se encuentre en un grupo de alto riesgo, si se siente enfermo e incómodo, llame a la clínica o envíe un mensaje a través de MyChart,

  1. ¿No debería ir a la clínica para que me hagan una prueba de COVID-19? Las personas con al menos un síntoma potencial leve de COVID-19 pueden recibir la prueba en UW Health.
  2. Llame a su proveedor o envíe un mensaje vía MyChart si usted tiene alguno de estos síntomas.
  3. No se presente en las clínicas de cuidados urgentes o en el departamento de emergencia a solicitar una prueba.

Estoy enfermo, pero no tanto. ¿Cómo hago el tratamiento en mi hogar? Si es capaz de respirar cómodamente y cuenta con alguien que lo ayuda a obtener alimentos e hidratación, puede tratar la enfermedad en el hogar. La infección por COVID-19 debe tratarse de la misma manera en que se trataría cualquier otra infección respiratoria, como la gripe.

Los componentes fundamentales del tratamiento son el descanso, la hidratación y la nutrición. Si tiene fiebre, dolor de cabeza o malestar corporal que lo hacen sentir mal, primero intente aliviar estos síntomas con paracetamol (Tylenol). Si es necesario, incluso puede tomar un descongestivo. Con respecto al ibuprofeno, no hay pruebas que indiquen que puede causar problemas; por lo tanto, si tomar paracetamol (Tylenol) no le da resultado, puede probar con este medicamento, a menos que sepa que es alérgico.

Los mayores problemas son infecciones secundarias, como neumonía o deshidratación. Beba mucho líquido y descanse bien. La gran mayoría de de las personas pueden sobrellevar la enfermedad bien por unos pocos días y, luego, se recuperan. ¿Qué sucede con mi familia y mis compañeros de habitación? Si sospecha que tiene una infección, debe aislarse, incluso de las personas con las que vive.

Use solamente una o dos habitaciones del hogar. Mantenga las manos limpias, deseche los pañuelos de papel usados y limpie frecuentemente las superficies con desinfectantes. Recuerde que puede transmitirles la infección a otras personas que quizás no muestren síntomas, quienes, a su vez, pueden contagiar a otros ¿Qué sucede con mis hijos? En general, parece que los niños no se enferman gravemente como consecuencia de la COVID-19.

Sin embargo, pueden sufrir ansiedad por la emergencia nacional o miedo por la seguridad de sus seres queridos. Recuerde que los niños necesitan seguridad. El hecho de no poder ir a la escuela y los cambios en las formas de interactuar de manera directa con sus padres posiblemente afecten su psiquis.

Hable con ellos sobre sus sentimientos. Las reuniones en línea y otras maneras de estar en contacto con sus amigos de manera remota pueden ayudarlos a sobrellevar esta situación. Entre el aislamiento y las noticias, siento mucho estrés Muchas personas sienten el aislamiento, la ansiedad y la depresión de manera intensa.

La depresión, a su vez, puede generar otros problemas que les impiden a las personas ser funcionales y cuidarse. El aislamiento también puede ser difícil para los cuidadores. Si siente que necesita ayuda, comuníquese con su médico de atención primaria o especialista en salud del comportamiento por teléfono, a través de MyChart o por Care Anywhere para hacer una consulta por video.

¿Por qué no se debe tomar ibuprofeno con Covid?

Opinión: ¿Paracetamol o ibuprofeno? ¿Qué usar en Covid 19?: Javier Bravo, Académico Instituto Química PUCV. Vicepresidente de la Sociedad de Farmacología de Chile El paracetamol y el ibuprofeno son drogas de uso muy frecuente en la población general. El principal objetivo terapéutico de estas drogas es aliviar la sensación de dolor (analgesia) y bajar la fiebre (antipiresis), malestares que pueden originarse, entre otras cosas por la acción de patógenos bacterianos o virales.

Hay una diferencia importante entre ambas drogas: el paracetamol tiene efectos analgésicos y antipiréticos, mientras que el ibuprofeno, además de disminuir la sensación de dolor y bajar la fiebre, también posee un efecto un antiinflamatorio. Es más, de las dos drogas, solo el ibuprofeno se clasifica como fármaco antiinflamatorio no esteroidal (AINE).

Ambos fármacos son bastante seguros, al punto que su venta se realiza sin receta médica en muchos países, incluido Chile. Sin embargo, su uso debiera ser vigilado, ya que, a pesar de la cotidianeidad de su uso en la población, estos fármacos no están exentos de presentar efectos secundarios bastante serios.

  1. En las redes sociales circula un comentario como este: “si usted tiene diagnóstico de covid 19 no tome ibuprofeno, ya que esa droga empeora la enfermedad”.
  2. ¿De dónde nace esta recomendación? Esta afirmación nace de un tweet del Ministro de Salud de Francia, Dr.
  3. Olivier Verán, quien el 14 de marzo recién pasado escribió en dicha red social lo siguiente: “Tomar medicamentos antiinflamatorios (ibuprofeno, cortisona,,) podría ser un factor en el empeoramiento de la infección.

Si tiene fiebre, tome paracetamol. Si ya está tomando medicamentos antiinflamatorios o tiene dudas, consulte a su médico”. El ministro francés escribió este tweet a partir de la información emitida aparentemente por una médico del mismo país, quien habría observado que la patología de covid 19 empeoró en cuatro pacientes jóvenes, cuando a estos se les dio ibuprofeno para bajar la fiebre.

Curiosamente, no hay mucha certeza de quién fue la médico que realizó dicha observación. Es más, el hospital de donde supuestamente salió esa información ha declinado dar comentarios al respecto, y menos aún ha sido posible identificar a esos cuatro jóvenes pacientes. Incluso se especula que el Ministro Verán realizó este posteo sobre la base de publicaciones de prensa.

En pocas palabras esto califica como una noticia falsa o “fake news”, de la que también fue víctima la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS, al ver el tweet generado por la autoridad sanitaria francesa, también emitió un comunicado sugiriendo no tratar con ibuprofeno a los pacientes afectados por el virus Sars-cov-2.

  • Sin embargo, la misma OMS rápidamente se retractó, y actualmente esta organización declara que, ante la información disponible, no hay recomendaciones en contra del uso de ibuprofeno.
  • Es más, la Agencia Europea de Medicina (EMA por su sigla en inglés) también se suma a mencionar que no hay evidencia científica para establecer un vínculo entre el empeoramiento del covid 19 y el uso de ibuprofeno.

Esto ha sido respaldado por el Centro de Medicina Basada en Evidencia (CEBM por su sigla en inglés), de la Universidad de Oxford, Reino Unido. Es más, el CEBM va un poco más allá y emite un veredicto en base a la información que hay publicada hasta ahora: “la evidencia actual no apoya la administración rutinaria de antipiréticos para tratar la fiebre en infecciones respiratorias agudas y covid 19”.

El motivo para emitir este veredicto es que la fiebre es un síntoma de muchas enfermedades, incluyendo covid 19, y aunque en el tratamiento de un paciente es necesario establecer el origen de esta alza de temperatura corporal, la fiebre en sí da un buen pronóstico en pacientes con infección pulmonar aguda, siendo incluso asociada a mayores tazas de sobrevida ante una infección pulmonar aguda.

Esto se debe a que la fiebre ayuda a disminuir la replicación viral y la multiplicación microbiana, por lo que es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, que ayuda a la recuperación. Por todo esto, el CEBM de la Universidad de Oxford recomienda que los antipiréticos, o sea drogas usadas para bajar la fiebre, se usen solo pensando en qué síntoma se quiere tratar.

Es más, el CEBM indica que no hay evidencia convincente de que la fiebre sea dañina para el cuerpo, y por lo tanto no es necesario bajar la fiebre para tratar la infección. ¿Pero hay evidencia que sugiera que el ibuprofeno puede ser dañino en ciertas enfermedades? La respuesta es que sí la hay, incluso para enfermedades respiratorias.

Ibuprofeno, cuándo y cómo debemos tomarlo. Tu Farmacéutico Informa

Hay un estudio que sugiere que el uso de drogas similares al ibuprofeno (AINEs) antes de una hospitalización por neumonía, aumenta el tiempo de hospitalización en pacientes. Y es quizás esta recomendación la que están siguiendo algunos especialistas para preferir paracetamol por sobre ibuprofeno en el cuidado de la fiebre en covid 19, y quizás sea esta la información que recordó el Ministro Verán al emitir su tweet.

  1. Sin embargo, la evidencia recogida en el tratamiento de covid 19 hasta ahora parece no señalar que el ibuprofeno sea perjudicial o agrave el cuadro clínico.
  2. Por otro lado, se ha sugerido que el uso prolongando de ibuprofeno aumenta la expresión del receptor ECA-2, lugar que permite el anclaje del virus Sars cov 2 a la membrana celular, por lo tanto esta evidencia sugiere que el uso prolongado de AINEs aumentaría el riesgo de sufrir covid 19.

Sin embargo, y aunque el mecanismo farmacológico permite llegar a esa conclusión, en la práctica lo que se ha observado es otra cosa: no hay correlación entre el uso de AINEs (incluidos el ibuprofeno) y el empeoramiento de la enfermedad por Sars cov 2.

  • Por lo tanto, y dados los antecedentes disponibles hasta ahora, es posible entender las recomendaciones de autoridades sanitarias como la EMA y la OMS, quienes insistentemente destacan que no hay suficiente información científica disponible para descartar al ibuprofeno como herramienta terapéutica.
  • Por último, y ante la necesidad de recibir tratamiento, siempre será importante seguir las instrucciones del médico tratante, quien deberá estar siempre atento a toda la información científica disponible a la hora de establecer la terapia que sus pacientes deban adoptar.

: Opinión: ¿Paracetamol o ibuprofeno? ¿Qué usar en Covid 19?:

¿Cuáles son los efectos secundarios del ibuprofeno?

Pulse aquí para ver el documento en formato PDF. Prospecto: información para el usuario Ibuprofeno Normon 600 mg comprimidos recubiertos con película EFG Lea todo el prospecto detenidamente antes de empezar a tomar el medicamento.

  • Conserve este prospecto ya que puede tener que volver a leerlo.
  • Si tiene alguna duda consulte a su médico o farmacéutico.
  • Este medicamento se le ha recetado a usted y no debe dárselo a otras personas aunque tengan los mismos síntomas, ya que puede perjudicarles.
  • Si considera que alguno de los efectos adversos que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto adverso no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico (ver sección 4).

Contenido del prospecto:

  1. Qué es ibuprofeno Normon y para qué se utiliza
  2. Antes de tomar ibuprofeno Normon
  3. Cómo tomar ibuprofeno Normon
  4. Posibles efectos adversos
  5. Conservación de ibuprofeno Normon

6. Información adicional Ibuprofeno pertenece al grupo de medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Este medicamento está indicado para el tratamiento de la fiebre, el tratamiento del dolor de intensidad leve o moderado incluida la migraña, el tratamiento de la artritis (inflamación de las articulaciones, incluyendo habitualmente las de manos y pies, dando lugar a hinchazón y dolor), la artritis reumatoide juvenil, artrosis (trastorno de carácter crónico que ocasiona el daño del cartílago), espondilitis anquilosante (inflamación que afecta las articulaciones de la columna vertebral), inflamación no reumática y la dismenorrea primaria (menstruación dolorosa).

Si es alérgico (hipersensible) al ibuprofeno, a otros medicamentos del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), a la aspirina o a cualquiera de los demás componentes de este medicamento, Las reacciones que indican la alergia podrían ser: erupción cutánea con picor, hinchazón de la cara, labios o lengua, secreción nasal, dificultad respiratoria o asma.

  • Si padece una enfermedad grave del hígado o los riñones.
  • Si ha tenido una úlcera o hemorragia de estómago o de duodeno o ha sufrido una perforación del aparato digestivo.
  • Si vomita sangre.
  • Si presenta heces negras o una diarrea con sangre.
  • Si padece trastornos hemorrágicos o de la coagulación sanguínea, o está tomando anticoagulantes (medicamentos utilizados para “fluidificar” la sangre). Si es necesario utilizar a la vez medicamentos anticoagulantes, el médico realizará unas pruebas para la coagulación sanguínea.
  • Si padece una insuficiencia cardiaca grave.
  • Si se encuentra en el tercer trimestre del embarazo.

Advertencias y precauciones: Consulte a su médico, farmacéutico o enfermero antes de empezar a tomar este medicamento. Informe a su médico:

  • Si tiene edemas (retención de líquidos).
  • Si padece o ha padecido algún trastorno del corazón o tiene tensión arterial alta.
  • Si padece asma o cualquier otro trastorno respiratorio.
  • Si está recibiendo tratamiento con ibuprofeno ya que puede enmascarar la fiebre, que es un signo importante de infección, dificultando su diagnóstico.
  • Si padece una enfermedad de los riñones o del hígado, tiene más de 60 años o necesita tomar el medicamento de forma prolongada (más de 1 a 2 semanas), es posible que su médico deba efectuar controles de forma regular. Su médico le indicará la frecuencia de estos controles.
  • Si presenta síntomas de deshidratación, p.ej. diarrea grave o vómitos tome abundante líquido y contacte inmediatamente con su médico, ya que el ibuprofeno en este caso concreto podría provocar como consecuencia de la deshidratación una insuficiencia renal.
  • Si ha tenido o desarrolla una úlcera, hemorragia o perforación en el estómago o en el duodeno, pudiéndose manifestar por un dolor abdominal intenso o persistente y/o por heces de color negro, o incluso sin síntomas previos de alerta.
  • Este riesgo es mayor cuando se utilizan dosis altas y tratamientos prolongados, en pacientes con antecedentes de úlcera péptica y en los pacientes de edad avanzada. En estos casos su médico considerará la posibilidad de asociar un medicamento protector del estómago.
  • Si toma simultáneamente medicamentos que alteran la coagulación de la sangre como, anticoagulantes orales, antiagregantes plaquetarios del tipo del ácido acetilsalicílico. También debe comentarle la utilización de otros medicamentos que podrían aumentar el riesgo de dichas hemorragias como los corticoides y los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
  • Si padece la enfermedad de Crohn (enfermedad crónica en la que el sistema inmune ataca el intestino provocando inflamación que produce generalmente diarrea con sangre) o una colitis ulcerosa pues los medicamentos del tipo ibuprofeno pueden empeorar estas patologías.
  • Si está en tratamiento con diuréticos (medicamentos para orinar) porque su médico debe vigilar el funcionamiento de su riñón.
  • Si padece lupus eritematoso sistémico (enfermedad crónica que afecta al sistema inmunitario y que puede afectar distintos órganos vitales, al sistema nervioso, los vasos sanguíneos, la piel y las articulaciones) ya que puede producirse meningitis aséptica (inflamación de las meninges que son las membranas que protegen el cerebro y la medula espinal, no causada por bacterias).
  • Si padece porfiria intermitente aguda (enfermedad metabólica que afecta a su sangre y que puede provocar síntomas como coloración rojiza de la orina, sangre en orina o enfermedad en el hígado), para que valore la conveniencia o no del tratamiento con ibuprofeno.
  • Si sufre dolores de cabeza tras un tratamiento prolongado no debe tomar dosis más elevadas del medicamento.
  • Es posible que se produzcan reacciones alérgicas con este medicamento.
  • El médico efectuará un control más estricto si recibe ibuprofeno tras ser sometido a cirugía mayor.
  • Es aconsejable no tomar este medicamento si tiene varicela.
  • Si tiene una infección; ver el encabezado “Infecciones” más adelante

Ibuprofeno puede ocultar los signos de una infección, como fiebre y dolor. Por consiguiente, es posible que Ibuprofeno retrase el tratamiento adecuado de la infección, lo que puede aumentar el riesgo de complicaciones. Esto se ha observado en la neumonía provocada por bacterias y en las infecciones bacterianas de la piel relacionadas con la varicela.

  1. Si toma este medicamento mientras tiene una infección y los síntomas de la infección persisten o empeoran, consulte a un médico sin demora.
  2. Es importante que utilice la dosis más pequeña que alivie/controle el dolor y no debe tomar este medicamento más tiempo del necesario para controlar sus síntomas.

Precauciones cardiovasculares Los medicamentos antiinflamatorios/analgésicos como ibuprofeno se pueden asociar con un pequeño aumento del riesgo de sufrir un ataque al corazón o ictus, en especial cuando se utiliza en dosis altas. No supere la dosis recomendada ni la duración del tratamiento.

Tiene problemas de corazón incluida una insuficiencia cardiaca, angina (dolor torácico) o si ha sufrido un ataque al corazón, cirugía de bypass, arteriopatía periférica (problemas de circulación en las piernas o pies debido a un estrechamiento o a un bloqueo de las arterias), o cualquier tipo de ictus (incluido un “mini-ictus” o accidente isquémico transitorio “AIT”.

Tiene la presión arterial alta, diabetes, el colesterol alto, tiene antecedentes familiares de enfermedad de corazón o ictus, o si es fumador. Asimismo este tipo de medicamentos pueden producir retención de líquidos, especialmente en pacientes con insuficiencia cardiaca y/o tensión arterial elevada (hipertensión).

  • Reacciones cutáneas Se han notificado reacciones cutáneas graves asociadas al tratamiento con Ibuprofeno.
  • Deje de tomar Ibuprofeno Normon y acuda al médico inmediatamente si presenta cualquier erupción cutánea, lesiones en las membranas mucosas, ampollas u otros signos de alergia, ya que estos pueden ser los primeros signos de una reacción cutánea muy grave.

Ver sección 4. Precauciones durante el embarazo y en mujeres en edad fértil Debido a que la administración de medicamentos del tipo ibuprofeno se ha asociado a un aumento del riesgo de sufrir anomalías congénitas/abortos no se recomienda la administración del mismo durante el primer y segundo trimestre del embarazo salvo que se considere estrictamente necesario.

  • En estos casos la dosis y duración se limitará al mínimo posible.
  • En el tercer trimestre la administración de ibuprofeno está contraindicada.
  • Para las pacientes en edad fértil se debe tener en cuenta que los medicamentos del tipo ibuprofeno se han asociado con una disminución de la capacidad para concebir.

Uso de Ibuprofeno Normon con otros medicamentos: Informe a su médico o farmacéutico si está utilizando, o ha utilizado recientemente cualquier otro medicamento, incluso los adquiridos sin receta. Ibuprofeno Normon puede afectar o ser afectado por otros medicamentos.

  • Otros antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina.
  • Antiagregantes plaquetarios (impiden la formación de trombos o coágulos en los vasos sanguíneos) como ticlodipina.
  • Medicamentos anticoagulantes (p. ej. para tratar problemas de coagulación/evitar la coagulación, p. ej. ácido acetilsalicílico, warfarina, ticlopidina).
  • Litio (medicamento que se utiliza para tratar la depresión). Posiblemente su médico le ajustará la dosis de este medicamento.
  • Metotrexato (para tratar el cáncer y enfermedades inflamatorias). Posiblemente su médico le ajustará la dosis de este medicamento.
  • Mifepristona (inductor de abortos).
  • Digoxina y otros glucósidos cardiotónicos (se emplean en el tratamiento de los trastornos del corazón).
  • Hidantoínas como fenitoína (se emplea en el tratamiento de la epilepsia).
  • Sulfamidas como el sulfametoxazol y el cotrimoxazol (se emplean en el tratamiento de algunas infecciones bacterianas).
  • Corticoides como la cortisona y la prednisolona.
  • Diuréticos (medicamentos empleados para aumentar la eliminación de orina).
  • Pentoxifilina (para tratar la claudicación intermitente).
  • Probenecid (utilizado en pacientes con gota o junto con la penicilina en infecciones).
  • Antibióticos del grupo de las quinolonas como el norfloxacino.
  • Sulfinpirazona (para la gota).
  • Sulfonilureas como la tolbutamida (para la diabetes).
  • Tacrolimus o ciclosporina (utilizado en trasplantes de órganos para evitar el rechazo).
  • Zidovudina (medicamento contra el virus del SIDA).
  • Medicamentos que bajan la presión arterial alta (inhibidores de la ECA como captopril, betabloqueantes como medicamentos con atenolol y antagonistas de los receptores de angiotensina II como losartán).
  • Trombolíticos (medicamentos que disuelven los trombos).
  • Antibióticos aminoglucósidos como la neomicina.
  • Extractos de hierbas: del árbol Ginkgo biloba.

Otros medicamentos también pueden afectar o ser afectados por el tratamiento con Ibuprofeno Normon. Por tanto, debe consultar siempre a su médico o farmacéutico antes de utilizar Ibuprofeno Normon con otros medicamentos. Interferencias con pruebas analíticas La toma de ibuprofeno puede alterar las siguientes pruebas de laboratorio:

  • Tiempo de hemorragia (puede prolongarse durante 1 día después de suspender el tratamiento)
  • Concentración de glucosa en sangre (puede disminuir)
  • Aclaramiento de creatinina (puede disminuir)
  • Hematocrito o hemoglobina (puede disminuir)
  • Concentraciones sanguíneas de nitrógeno ureico y concentraciones séricas de creatinina y potasio (puede aumentar)
  • Con pruebas de la función hepática: incremento de valores de transaminasas

Informe a su médico si va a someterse a un análisis clínico y está tomando o ha tomado recientemente ibuprofeno. Toma de ibuprofeno Normon con los alimentos y bebidas: Puede tomarlo solo o con los alimentos. En general se recomienda tomarlo antes de las comidas o con leche para reducir así la posibilidad de que se produzcan molestias en el estómago.

  • Embarazo y lactancia: Consulte a su médico o farmacéutico antes de utilizar cualquier medicamento.
  • No se debe tomar ibuprofeno durante el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre (ver sección precauciones durante el embarazo y en mujeres en edad fértil),
  • Aunque sólo pasan pequeñas cantidades del medicamento a la leche materna, se recomienda no tomar ibuprofeno por períodos prolongados durante la lactancia.

Por ello, si se queda embarazada o está en periodo de lactancia, consulte a su médico. Conducción y uso de máquinas: Si experimenta mareo, vértigo, alteraciones de la visión u otros síntomas mientras esté tomando este medicamento, no debe conducir ni utilizar maquinaria peligrosa.

Si solamente toma una dosis de ibuprofeno o durante un periodo corto, no es necesario que adopte precauciones especiales, Siga exactamente las instrucciones de administración de ibuprofeno indicadas por su médico. Consulte a su médico o farmacéutico si tiene dudas. Su médico le indicará la duración del tratamiento con ibuprofeno,

No suspenda el tratamiento antes, ya que entonces no se obtendrían los resultados esperados. Del mismo modo tampoco emplee ibuprofeno más tiempo del indicado por su médico. Se debe utilizar la dosis eficaz más baja durante el menor tiempo necesario para aliviar los síntomas.

  1. Si tiene una infección, consulte sin demora a un médico si los síntomas (como fiebre y dolor) persisten o empeoran (ver sección 2).
  2. Este medicamento se administra por vía oral.
  3. Los pacientes con molestias de estómago deben tomar el medicamento con leche y/o durante las comidas.
  4. Adultos: En adultos y adolescentes de 14 a 18 años se tomará un comprimido (600 mg) cada 6 a 8 horas, dependiendo de la intensidad del cuadro y de la respuesta al tratamiento.

En algunos procesos pueden requerirse dosis superiores pero, en cualquier caso, se recomienda no sobrepasar la dosis máxima diaria de 2400 mg en adultos y de 1600 mg en adolescentes de 12 a 18 años. Niños y adolescentes: No se recomienda el uso de este medicamento en niños y adolescentes menores de 14 años, ya que la dosis de ibuprofeno que contiene no es adecuada para la posología recomendada en este grupo de pacientes.

Pacientes de edad avanzada: Si tiene más de 60 años, es posible que su médico le recete una dosis más baja de lo habitual. Si es así, sólo podrá aumentarse la dosis una vez que su médico haya comprobado que tolera bien el medicamento. Pacientes con enfermedades de los riñones y/o del hígado: Si padece una enfermedad de los riñones y/o del hígado, es posible que su médico le recete una dosis más baja de lo habitual.

Si es así, tome la dosis exacta que éste le haya prescrito. Si estima que la acción de este medicamento es demasiado fuerte o débil, comuníqueselo a su médico o farmacéutico. Si toma más dosis de ibuprofeno Normon del que debe : Si ha tomado más ibuprofeno del que debe o si un niño ha ingerido el medicamento de forma accidental, consulte inmediatamente con un médico o farmacéutico o al Servicio de Información Toxicológica, teléfono: 91 562 04 20, indicando el medicamento y la cantidad ingerida o acuda al hospital más cercano para informarse sobre el riesgo y pedir consejo sobre las medidas que se deben toma.

Se recomienda llevar el envase y el prospecto del medicamento al profesional sanitario. Los síntomas leves de una sobredosis son: dolor de estómago, náuseas, vómitos (que pueden contener esputos con sangre), indiferencia, dolor de cabeza, movimiento involuntario de los ojos, zumbido de oídos, confusión y falta de coordinación de los músculos.

A dosis elevadas se han notificado síntomas de somnolencia, dolor en el pecho, palpitaciones, pérdida de consciencia, debilidad y mareo, sangre en la orina, escalofríos y problemas para respirar. Es raro que aparezcan síntomas más graves como hemorragia intestinal, bajada de la tensión, bajada de la temperatura corporal, acidosis metabólica, convulsiones (principalmente en niños), alteración de la función del riñón, coma, distress respiratorio del adulto y parada transitoria de la respiración en niños (después de ingerir grandes cantidades).

Si se ha producido una intoxicación grave, el médico adoptará las medidas necesarias. En caso de ingestión de cantidades importantes deberá administrarse carbón activado. El vaciado de estómago se planteará si ha ingerido cantidades importantes y durante los 60 minutos siguientes a la ingestión Si olvidó tomar ibuprofeno Normon : No tome una dosis doble para compensar las dosis olvidadas.

Si olvida tomar su dosis correspondiente, tómela tan pronto como se acuerde. Sin embargo, si la hora de la siguiente toma está muy próxima, salte la dosis que olvidó y tome la dosis siguiente en su hora habitua l. Como todos los medicamentos, ibuprofeno puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.

Los efectos adversos de los medicamentos como ibuprofeno son más comunes en personas mayores de 65 años. La incidencia de efectos adversos es menor en tratamientos cortos y si la dosis diaria está por debajo de la dosis máxima recomendada. Las frecuencias se establecen según la siguiente clasificación: muy frecuentes (en más de 1 de cada 10 pacientes); frecuentes (entre 1 y 10 de cada 100 pacientes); poco frecuentes (entre 1 y 10 de cada 1.000 pacientes); raros (entre 1 y 10 de cada 10.000 pacientes); muy raros (en menos de 1 de cada 10.000 pacientes); frecuencia desconocida (no se puede estimar a partir de los datos disponibles).

Se han observado los siguientes efectos adversos: Gastrointestinales: Los efectos adversos más frecuentes que ocurren con los medicamentos como ibuprofeno son los gastrointestinales: úlceras pépticas, hemorragias digestivas, perforaciones (en algunos casos mortales), especialmente en los pacientes de edad avanzada.

También se han observado náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, ardor de estómago, dolor abdominal, sangre en heces, aftas bucales, empeoramiento de colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Menos frecuentemente se ha observado la aparición de gastritis. Otros efectos adversos son: Poco frecuentes: inflamación de la mucosa bucal con formación de úlceras.

Raros: inflamación del esófago, estrechamiento del esófago (estenosis esofágica), exacerbación de enfermedad de los divertículos intestinales, colitis hemorrágica inespecífica (gastroenteritis que cursa con diarrea con sangre). Muy raros: pancreatitis.

Cardiovasculares: Los medicamentos como ibuprofeno, pueden asociarse con un moderado aumento de riesgo de sufrir un ataque cardiaco (“infarto de miocardio”) o cerebral. También se han observado edema (retención de líquidos), hipertensión arterial, e insuficiencia cardiaca en asociación con tratamientos con medicamentos del tipo ibuprofeno,

Cutáneos: Los medicamentos como ibuprofeno pueden asociarse, en muy raras ocasiones a reacciones ampollosas muy graves como el Síndrome de Stevens Johnson (erosiones diseminadas que afectan a la piel y a dos o más mucosas y lesiones de color púrpura, preferiblemente en el tronco) y la necrólisis epidérmica tóxica (erosiones en mucosas y lesiones dolorosas con necrosis y desprendimiento de la epidermis).

Otros efectos adversos son: Frecuentes: erupción en la piel. Poco frecuentes: enrojecimiento de la piel, picor o hinchazón de la piel, púrpura (manchas violáceas en la piel). Muy raros: caída del cabello, eritema multiforme (lesión en la piel), reacciones en la piel por influencia de la luz, inflamación de los vasos sanguíneos de la piel.

Excepcionalmente pueden darse infecciones cutáneas graves y complicaciones en el tejido blando durante la varicela. Frecuencia no conocida: Erupción generalizada roja escamosa, con bultos debajo de la piel y ampollas localizados principalmente en los pliegues cutáneos, el tronco y las extremidades superiores, que se acompaña de fiebre al inicio del tratamiento (pustulosis exantemática generalizada aguda) y la piel se vuelve sensible a la luz.

Deje de tomar Ibuprofeno Normon si presenta estos síntomas y solicite atención médica de inmediato. Ver también la sección 2. Se puede producir una reacción cutánea grave conocida como DRESS. Los síntomas del síndrome DRESS incluyen: erupción cutánea, inflamación de los ganglios linfáticos y eosinófilos elevados (un tipo de glóbulos blancos).

Del sistema inmunológico: Poco frecuentes: edema pasajero en áreas de la piel, mucosas o a veces en vísceras (angioedema), inflamación de la mucosa nasal, broncoespasmo (espasmo de los bronquios que impiden el paso del aire hacia los pulmones), Raros: reacciones alérgicas graves (shock anafiláctico).

En caso de reacción de hipersensibilidad generalizada grave puede aparecer hinchazón de cara, lengua y laringe, broncoespasmo, asma, taquicardia, hipotensión y shock. Muy raros: dolor en las articulaciones y fiebre (lupus eritematoso). Del sistema nervioso central: Frecuentes: fatiga o somnolencia, dolor de cabeza y mareos o sensación de inestabilidad.

Raros: parestesia (sensación de adormecimiento, hormigueo, acorchamiento, etc más frecuente en manos, pies, brazos o piernas). Muy raros: meningitis aséptica. En la mayor parte de los casos en los que se ha comunicado meningitis aséptica con ibuprofeno, el paciente sufría alguna forma de enfermedad autoinmunitaria (como lupus eritematoso sistémico u otras enfermedades del colágeno) lo que suponía un factor de riesgo.

  • Los síntomas de meningitis aséptica observados fueron rigidez en cuello, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fiebre o desorientación.
  • Psiquiátricos: Poco frecuentes: insomnio, ansiedad, inquietud.
  • Raros: desorientación o confusión, nerviosismo, irritabilidad, depresión, reacción psicótica.
  • Auditivos: Frecuentes: vértigo.

Poco frecuentes: zumbidos o pitidos en los oídos. Raros: dificultad auditiva. Oculares: Poco frecuentes: alteraciones de la visión. Raros: visión anormal o borrosa. Sanguíneos: Raros: disminución de plaquetas, disminución de los glóbulos blancos (puede manifestarse por la aparición de infecciones frecuentes con fiebre, escalofríos o dolor de garganta), disminución de los glóbulos rojos (puede manifestarse por dificultad respiratoria y palidez de la piel), disminución de granulocitos (un tipo de glóbulos blancos que puede predisponer a que se contraigan infecciones), pancitopenia (deficiencia de glóbulos rojos, blancos y plaquetas en la sangre), agranulocitosis (disminución muy grande de granulocitos), anemia aplásica (insuficiencia de la médula ósea para producir diferentes tipos de células) o anemia hemolítica (destrucción prematura de los glóbulos rojos).

  1. Los primeros síntomas son: fiebre, dolor de garganta, úlceras superficiales en la boca, síntomas pseudogripales, cansancio extremo, hemorragia nasal y cutánea,
  2. Muy raros: prolongación del tiempo de sangrado.
  3. Renales: En base a la experiencia con los AINEs en general, no pueden excluirse casos de nefritis intersticial (trastorno del riñón), síndrome nefrótico (trastorno caracterizado por proteínas en la orina e hinchazón del cuerpo) e insuficiencia renal (pérdida súbita de la capacidad de funcionamiento del riñón).

Hepáticos: Los medicamentos como ibuprofeno pueden asociarse, en raras ocasiones a lesiones hepáticas. Otros efectos adversos raros son: hepatitis (inflamación del hígado), anomalías de la función hepática e ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos).

Frecuencia desconocida: insuficiencia hepática (deterioro severo del hígado). Generales: Agravación de las inflamaciones durante procesos infecciosos. Hasta la fecha no se han comunicado reacciones alérgicas graves con ibuprofeno, aunque no pueden descartarse. Las manifestaciones de este tipo de reacciones podrían ser fiebre, erupción en la piel, dolor abdominal, dolor de cabeza intenso y persistente, náuseas, vómitos, hinchazón de la cara, lengua y garganta, dificultad respiratoria, asma, palpitaciones, hipotensión (presión sanguínea más baja de lo usual) o shock.

Si aparece alguno de los efectos adversos citados a continuación, interrumpa el tratamiento y acuda de inmediato a su médico:

  • Reacciones alérgicas tales como erupciones en la piel, hinchazón de la cara, pitos en el pecho o dificultad respiratoria.
  • Vómitos de sangre, o de aspecto similar a los posos de café.
  • Sangre en las heces o diarrea con sangre.
  • Dolor intenso de estómago.
  • Ampollas o descamación importante en la piel.
  • Dolor de cabeza intenso o persistente.
  • Coloración amarilla de la piel (ictericia).
  • Signos de hipersensibilidad (alergia) grave (ver más arriba en este mismo apartado).
  • Hinchazón de las extremidades o acumulación de líquido en los brazos o piernas.

Si considera que alguno de los efectos adversos que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto adverso no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico. Comunicación de efectos adversos: Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte a su médico, farmacéutico o enfermero, incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto.

  1. También puede comunicarlos directamente a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es.
  2. Mediante la comunicación de efectos adversos usted puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de este medicamento.
  3. Mantener fuera del alcance y de la vista de los niños.
See also:  Que Tipo De Medicamento Es El Ibuprofeno?

No requiere condiciones especiales de conservación. No utilice este medicamento después de la fecha de caducidad que aparece en el envase después de ¿CAD¿. La fecha de caducidad es el último día del mes que se indica. Los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura. de la farmacia. En caso de duda pregunte a su farmacéutico cómo deshacerse de los envases y de los medicamentos que no necesita. De esta forma, ayudará a proteger el medio ambiente. El principio activo es ibuprofeno. Cada comprimido contiene 600 mg de ibuprofeno.

Los demás componentes son: Núcleo: celulosa microcristalina, fosfato tricálcico, croscarmelosa sódica, povidona, ácido esteárico, talco. Recubrimiento: hipromelosa, dióxido de titanio (E-171) y macrogol 6000, talco. Aspecto del producto y contenido del envase Ibuprofeno Normon 600 mg se presenta en forma de comprimidos recubiertos con película.

Los comprimidos son de color blanco o casi blanco, de forma alargada y biconvexa. Cada envase contiene 40 comprimidos y envases clínicos con 500 comprimidos, en embalaje alveolar (blister) de PVC-aluminio y un prospecto. Otras presentaciones: Ibuprofeno Normon 400 mg comprimidos recubiertos con película EFG Ibuprofeno Normon 20 mg/ml suspensión oral EFG Titular de la autorización de comercialización y responsable de la fabricación LABORATORIOS NORMON, S.A.

¿Cuántos días se toma ibuprofeno para el Covid?

Uso del ibuprofeno en casos de infección con coronavirus Publicado el viernes 08 de mayo de 2020

El profesor Mario Rivera, académico del Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica y el alumno de la carrera de Química y Farmacia, Juan Manuel Torres, desarrollaron un análisis respecto al uso del ibuprofeno en casos de infección por coronavirus. A continuación presentamos el artículo: “Uso del ibuprofeno en casos de infección con coronavirus Juan Manuel Torres 1, Mario Rivera Meza 2 1 Estudiante de Química y Farmacia, Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Universidad de Chile.2 Laboratorio de Farmacología Experimental, Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica, Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Universidad de Chile.

El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) derivado del ácido propiónico, usado eficazmente para el tratamiento del dolor, la fiebre y la inflamación 1, Este fármaco es el segundo más consumido en Chile tras el paracetamol 2, A pesar de ello, el ibuprofeno y otros AINEs no están exentos de efectos secundarios y restricciones a su uso.

  1. En este sentido, se han descrito un número importante de efectos adversos de tipo gastrointestinal, cardiovascular, renal, nervioso, pulmonar, hepático, y hematológico, con frecuencias variables para cada uno de ellos 3,
  2. Recientemente y en el contexto de la actual pandemia de COVID-19, se generó una advertencia sobre el uso del ibuprofeno en esta enfermedad por el ministro de salud de Francia, Oliver Véran y otros académicos (Jean-Louis Montastruc, Universidad de Toulouse; Paul Little, Universidad de Southampton; Ian Jones, Universidad de Reading, entre otros), los que recomendaron no usar AINES y corticoides, salvo el paracetamol para tratar la fiebre y el dolor muscular asociado a la infección con COVID-19 4,

Esto se habría sustentado en observaciones clínicas realizadas durante el actual brote, como en estudios pasados que han sugerido que los AINEs empeoran enfermedades respiratorias y/o cardiovasculares. Adicionalmente, en la literatura se ha reportado que el ibuprofeno tendría la capacidad de disminuir la función del sistema inmune y facilitar la invasión de ciertos patógenos 5,

  1. En esta revisión se analiza la información científica disponible respecto al uso de ibuprofeno en el tratamiento de la sintomatología de COVID-19 con el fin de establecer un juicio objetivo respecto de su uso en esta enfermedad que amenaza con afectar a toda la población mundial.
  2. Alerta sobre la posible contraindicación del ibuprofeno y otros AINEs en el tratamiento de la sintomatología de la infección con coronavirus.

El 15 de marzo de 2020, las agencias de noticias informaron que el ministro de salud de Francia, Dr. Olivier Véran, comunicó en Twitter que los medicamentos antiinflamatorios “podrían ser un factor para agravar la infección COVID-19”, dando como ejemplo al ibuprofeno, un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y la cortisona, un corticosteroide.

  1. El Dr. Véran indicó que el paracetamol (acetaminofeno) debe ser preferentemente utilizado para tratar la fiebre y que los pacientes deben consultar a sus médicos si ya están tomando este tipo de fármacos.
  2. Luego de estas aseveraciones de gran repercusión, la revista The Lancet reportó que ciertos medicamentos, entre ellos el ibuprofeno, podrían empeorar el curso de la enfermedad, debido a que incrementaría la expresión de la enzima convertidora de angiotensina II (ECA II), uno de los posibles blancos moleculares que usaría este virus para entrar en las células humanas 6,

Los principales reportes y advertencias sobre el uso de este AINE en la reciente pandemia, han provenido desde Francia, afirmando “haber identificado reacciones adversas graves” pero sin presentar un estudio clínico controlado o un reporte oficial. La historia de contraindicaciones entre AINES y enfermedades virales no es nueva.

  • En 1963, el Dr.
  • Douglas Reye describió el síndrome de Reye, una condición producida por el uso de antiinflamatorios del grupo de los salicilatos en cuadros virales como gripe o varicela.
  • Se trata de una encefalopatía de comienzo abrupto que se asocia a daño hepático.
  • Comienza con malestar general, vómitos persistentes, seguido de cambios en el comportamiento, habitualmente referido como comportamiento agresivo, letargo, pérdida de consciencia.

El origen del síndrome es desconocido, pero aparece poco después de la recuperación de algún cuadro viral, en el 90% de los casos por el uso de aspirina 7, Es por ello, que parece haber algún tipo de relación entre la acción de los AINES y el agravamiento de las patologías producidas por virus respiratorios.

  • Se cree que puede ser porque estos fármacos deprimen al sistema inmune o bien porque facilitan la entrada del virus a las células 5,
  • Se ha hablado sobre un posible enmascaramiento de síntomas que impedirían el seguimiento de la enfermedad, sin embargo, todo esto aún está en discusión.
  • Diferencias en el mecanismo de acción entre paracetamol e ibuprofeno La recomendación de uso de paracetamol en vez de otros AINEs en cuadros virales podría estar radicada en las diferencias en sus mecanismos de acción.

El paracetamol (acetaminofén) es un analgésico y antipirético, carente de actividad antiinflamatoria. A pesar de que su mecanismo de acción no se ha aclarado del todo, se ha establecido que inhibe débilmente a las enzimas ciclooxigenasa 1 (COX1) y ciclooxigenasa 2 (COX2), empero, esto no explica sus efectos terapéuticos 8,

  1. La teoría más aceptada por la comunidad científica, es la existencia de una ciclooxigenasa 3 (COX3) que se expresaría principalmente a nivel del Sistema Nervioso Central (SNC).
  2. La inhibición de la COX-3 por el paracetamol ayudaría a la reducción de prostaglandinas a nivel de SNC, produciendo así una disminución de la transmisión del dolor en la médula espinal y aumentando el umbral del dolor 9,

El mecanismo por el cual reduce la fiebre involucra al hipotálamo: en presencia de una infección bacteriana y/o viral se producen mediadores pro-inflamatorios como la interleuquina-1, que inducen la producción de prostaglandina E2 (PGE2) por parte de la COX, la que modifica el ajuste del centro termorregulador del hipotálamo, induciendo la fiebre como mecanismo de protección contra la infección.

  • Los efectos inhibitorios del paracetamol sobre la COX reducen los niveles de PGE2, reduciendo la acción de este mediador y la fiebre.
  • Por la débil acción inhibitoria del paracetamol sobre la COX-1, que regula la producción de mucus protector en el estómago, éste presenta una baja toxicidad gastrointestinal.

Sin embargo, la sobredosis de paracetamol puede ser potencialmente hepatotóxica. En cuanto a sus efectos tóxicos en el hígado, se sabe que el paracetamol es metabolizado en el hígado en su mayor parte a compuestos inactivos por combinación con sulfato y ácido glucurónico.

  • Sin embargo, una pequeña parte es metabolizada por el sistema del citocromo P-450 a un metabolito muy reactivo, la imina N-acetil-p-benzoquinona (NAPQI).
  • En condiciones normales, la NAPQI es neutralizada por acción del glutatión, principal agente antioxidante celular.
  • En casos de sobredosificación con paracetamol, se generan niveles de NAPQI que pueden agotar las reservas hepatocelulares de glutatión y reaccionar libremente con las membranas celulares, causando daño y muerte celular, dando como resultado necrosis hepática aguda.

El consumo de alcohol puede agudizar estos efectos tóxicos del paracetamol. La dosis diaria recomendada de paracetamol para adultos es de 500 a 1000 mg cada 6-8 horas, con una dosis máxima recomendada de 4 g/día 10, Por su parte, el ibuprofeno actúa inhibiendo competitivamente a la COX1 y a la COX2, produciendo una disminución en la síntesis de prostaglandinas, tromboxanos y otros mediadores celulares preferencialmente a nivel periférico.

  1. Debido a este mecanismo de acción, el ibuprofeno es útil para disminuir el dolor, la inflamación y la fiebre 11,
  2. Este último efecto, al igual que el paracetamol, es generado por la reducción de la síntesis de PGE2 en el hipotálamo por inhibición de la COX.
  3. Debido a la fuerte inhibición que el ibuprofeno ejerce sobre la COX en tejidos periféricos, su uso prolongado o en altas dosis puede ser potencialmente gastro-lesivo y generar efectos graves en pacientes con úlcera gástrica activa.

La dosis máxima diaria de ibuprofeno para adultos es de 1200 a 3200 mg repartidos en 2 o 3 tomas/día. Otro medicamento útil para disminuir el dolor y la fiebre producida por la infección por coronavirus podría ser el metamizol sódico, más conocido como dipirona.

  • Se cree que actúa inhibiendo la señalización de las prostaglandinas a nivel central con un mecanismo similar al que presenta el paracetamol 12,
  • Su uso en Chile para tratar enfermedades agudas y crónicas es relevante, pero menor si se le compara con otros fármaco similares, como la aspirina o el ibuprofeno.

Intrahospitalariamente, es ampliamente requerido para tratar múltiples tipos de dolores, en especial en los originados por post-cirugía. Sin embargo, el uso del metamizol sódico no está exento de efectos secundarios, siendo uno de los más graves la posibilidad de generar discrasias sanguíneas, como la agranulocitosis 13,

  • AINEs y el sistema inmune Los AINEs a través de la inhibición de la ciclooxigenasa son capaces de disminuir la síntesis de varios mediadores celulares, entre ellos el tromboxano y las prostaglandinas.
  • Éstos últimos, son mediadores biológicos de gran espectro, interviniendo en muchas funciones fisiológicas que incluyen la regulación de la contracción uterina y bronquial, la secreción del mucus protector gástrico y la activación del sistema inmunológico 14,

Estos efectos secundarios de los AINEs en el sistema inmune elevan una nueva controversia en relación al uso de estos fármacos, ya que suelen ser usados para lidiar con los síntomas de enfermedades autoinmunes e infecciones virales y bacterianas. En la literatura hay reportes que indican que este tipo de fármacos son capaces de alterar la memoria inmunológica de los linfocitos T, lo que hace más susceptible al organismo de sufrir colonización por ciertos patógenos bacterianos, como el mycobacterium tuberculosis 5,

  • Adicionalmente, un estudio realizado en células humanas mostró que el ibuprofeno y otros AINEs eran capaces de inhibir la síntesis de anticuerpos 15,
  • Por el contrario, hay evidencia experimental de que AINEs como la indometacina y naproxeno podrían presentar propiedades antivirales.
  • En el caso de la indometacina, estudios en animales han mostrado que es capaz de eliminar directamente al SARS-CoV (síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus) y al CCoV (Síndrome canino de coronavirus) por interferencia en la síntesis del RNA viral 16,

En el caso del naproxeno, estudios en animales han mostrado que es capaz de combatir al virus de la influenza A y B por inhibición de la síntesis de RNA viral. Se cree que también podría tener efectos antivirales sobre el coronavirus 17, Conclusiones Por las razones expuestas, parece muy razonable no usar ibuprofeno para tratar los síntomas de la infección con coronavirus hasta que haya pruebas suficientes acerca de su seguridad.

  • Sin embargo, y a pesar de la advertencia entregada por el ministro de salud francés, aún no hay evidencias sólidas que concluyan una contraindicación total entre el ibuprofeno (o cualquier AINE) y el COVID-19.
  • Por parte del gobierno británico, se ha indicado que “quienes usen estos fármacos (AINEs) para tratar un dolor crónico o enfermedades inflamatorias autoinmunes y padezcan COVID-19, deben consultar con su médico antes de reemplazar el medicamento” 18,

La FDA y la asociación de farmacéuticos canadienses tienen puntos de vista similares, estableciendo que si bien hay antecedentes de que los AINEs causan agravamiento en ciertas patologías de origen bacteriano y viral, deben establecerse ensayos clínicos para esclarecer bien las dudas que hay al respecto 19,20,

Tomando en consideración estos antecedentes, recomendamos el uso de paracetamol como fármaco de primera elección en el tratamiento de la sintomatología asociada a la infección con coronavirus. Si se opta por usar ibuprofeno para este propósito, en el caso de pacientes con hipersensibilidad al paracetamol o que presenten afecciones hepáticas, sugerimos usar la menor dosis efectiva posible por un período limitado de tiempo y sin superar una dosis diaria total mayor a 1200 mg repartida en 2 a 3 tomas diarias.

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  4. Cyclooxygenase inhibitors impair CD4 T cell immunity and exacerbate Mycobacterium tuberculosis infection in aerosol-challenged mice.

Communications Biology 2:288, 2019.6. Fang L, Karakiulakis G, Roth M. Are patients with hypertension and diabetes mellitus at increased risk for COVID-19 infection? The Lancet 8:e21, 2020.7. NINDS Reye’s Syndrome Information Page. NINDS.25 de septiembre de 2009.

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  6. Swierkosz TA, Jordan L, McBride M, McGough K, Devlin J, Botting RM.
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Med Sci Monit 8: BR496-503, 2002.10. Paracetamol (Acetaminofén).aeped.es Asociación española de la pediatría. Consultado el 12 de abril de 2020.11. Ibuprofen. Drugs.com. The American Society of Health-System Pharmacists. Consultado el 06 de abril de 2020.12.

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FDA advises patients on the use of non-steroidal anti-inflammatory drugs (NSAIDs) for COVID-19.U.S. Food and Drug Administration. Consultado el 09 de abril de 2020.20. Use of NSAIDs in patients with COVID-19: what is the evidence? Canadian Pharmacist Association. Consultado el 09 de abril de 2020″. Dirección de Extensión y Comunicaciones.

Mayo 8 de 2020. : Uso del ibuprofeno en casos de infección con coronavirus

¿Qué es mejor para el Covid el paracetamol o el ibuprofeno?

Partiendo de la premisa de que el paciente sintomático necesita de un control médico, ‘en principio, es más recomendable el paracetamol, porque uno de los síntomas predominantes de esta variante es la fiebre, y el efecto antitérmico del paracetamol es más intenso que el del ibuprofeno ‘, afirma Lorenzo Armenteros,

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto el ibuprofeno?

Paracetamol – Fuente de la imagen, Thinkstock Pie de foto, El paracetamol está indicado para la fiebre y el dolor. Este tipo de medicamento se utiliza para reducir la fiebre y aliviar el dolor. Virtudes

La gente suele tomarlo para dolores de cabeza, contusiones, dolores de muelas, quemaduras de sol y fiebre.Esta droga trabaja directamente con los nervios y los receptores en el cerebro para aliviar el dolor, es más eficaz para los dolores de cabeza.Es seguro para los niños y adultos si se toma correctamente, y hay efectos secundarios mínimos.De acuerdo con un artículo de AskDrSear.com, se necesitan al menos siete veces la dosis normal de paracetamol para que la droga dañe a un paciente.Es seguro tomarlo con otros antibióticos y medicamentos para el resfrío.

Defectos

Mientras que el ibuprofeno funciona en 30 minutos, el paracetamol no tiene efecto hasta que hayan transcurrido 45 a 60 minutos después de la primera dosis.El dolor y la fiebre sólo se reducen por cuatro horas en lugar de seis.No tiene las mismas propiedades antiinflamatorias que el ibuprofeno, por lo que es menos eficaz para reducir el dolor asociado a la inflamación y a la lesión corporal.Aunque no ataca al estómago, su consumo excesivo puede ser perjudicial para el hígado por lo que no debe usarse en personas con problemas hepáticos.

¿Qué es más fuerte el diclofenaco o el ibuprofeno?

Eficacia analgésica del diclofenaco sódico vs. ibuprofeno después de la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior incluido Vicenç Esteller Martínez (1), Jordi Paredes García (2), Eduard Valmaseda Castellón (3), Leonardo Berini Aytés (4), Cosme Gay-Escoda (5) (1) Odontólogo. Residente del Máster de Cirugía e Implantología Bucal. Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona (2) Médico-estomatólogo. Profesor del Máster de Cirugía e Implantología Bucal. Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona (3) Odontólogo. Profesor Asociado de Patología Quirúrgica Bucal y Maxilofacial. Profesor del Máster de Cirugía e Implantología Bucal. Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona (4) Profesor Titular de Patología Quirúrgica Bucal y Maxilofacial. Subdirector del Máster de Cirugía e Implantología Bucal. Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona (5) Catedrático de Patología Quirúrgica Bucal y Maxilofacial. Director del Máster de Cirugía e Implantología Bucal. Facultad de Odontología de la Universidad de Barcelona. Cirujano Maxilofacial del Centro Médico Teknon. Barcelona. España Correspondencia: Dr. Cosme Gay Escoda Centro Médico Teknon C/ Vilana 12 08022 Barcelona E-mail: [email protected] Recibido: 8-12-2003 Aceptado: 23-05-2004 Esteller-Martínez V, Paredes-García J, Valmaseda-Castellón E, Berini-Ay- tés L, Gay-Escoda C. Eficacia analgésica del diclofenaco sódico vs. ibu- profeno después de la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior in- cluido. Med Oral Patol Oral Cir Bucal 2004;9:444-53. © Medicina Oral S.L.C.I.F. B 96689336 – ISSN 1698-4447 RESUMEN – Objetivo : En este estudio evaluamos la eficacia analgésica del diclofenaco sódico en comparación con el ibuprofeno, después de la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior incluido. – Diseño de estudio : Los pacientes que participaron en el estudio fueron distribuidos de forma aleatoria en dos grupos. Uno fue el grupo ibuprofeno y el otro el grupo diclofenaco. La intervención practicada fue la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior cuya dificultad fue determinada en función del grado de inclusión en todos los pacientes. Las variables registradas fueron la intensidad del dolor y la necesidad de medicación de rescate durante un periodo de una semana. Los registros se realizaron una vez al día a la misma hora y registrados en un cuaderno por parte del paciente. – Resultados : Un total de 81 pacientes (87.1%) fueron incluidos en el estudio. Los valores fueron similares en las primeras 48 horas postoperatorias, pero a partir del tercer día existió una tendencia del grupo diclofenaco a mostrar valores de dolor superiores, aunque sin llegar a existir diferencias estadísticamente significativas (p>0.05). Esta tendencia a presentar mayor dolor durante el periodo postoperatorio en el grupo diclofenaco también se vio reflejada en el requerimiento del analgésico de rescate y en el número de comprimidos empleados. – Conclusiones : No se evidenciaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la eficacia analgésica del diclofenaco sódico respecto al ibuprofeno, aunque sí pudo observarse una mayor tendencia hacia la necesidad de más medicación suplementaria durante los 2 primeros días del postoperatorio en el grupo diclofenaco pero sin adquirir significación estadística (p>0.05). Palabras clave : Diclofenaco sódico, ibuprofeno, analgésico-antiinflamatorio, extracción quirúrgica de terceros molares. INTRODUCCIÓN La frecuencia de la patología inducida por el tercer molar inferior incluido es muy elevada debido a unas condiciones embriológicas y anatómicas singulares. Esta patología produce una clínica específica que suele indicar su extracción (1-4). En el periodo postoperatorio normalmente aparecen dolor, trismo e inflamación como complicaciones más frecuentes (5,6). Por este motivo, el fármaco ideal a emplear después de la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior incluido debería aliviar el dolor, reducir la inflamación y el trismo, promover la curación y no tener efectos secundarios indeseables (7). Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) han demostrado ser efectivos para el tratamiento del dolor postoperatorio leve y moderado (8), y con frecuencia se emplean en combinación con opioides para el tratamiento del dolor más severo (9,10). La mayoría de los AINEs actúan primariamente inhibiendo la enzima ciclooxigenasa, previniendo la síntesis local de prostaglandinas (11). La mayoría de AINEs empleados actualmente inhiben el efecto de las dos isoformas de la enzima, aunque el efecto sobre la COX-1 se considera como responsable de los efectos secundarios desagradables de este tipo de fármacos. Se ha llegado a pensar en que estos fármacos pueden incluso tener un efecto a nivel central, tal y como reflejan los trabajos de Jurna y Brune (12). Algunos de los requerimientos de un modelo de dolor adecuado para este tipo de ensayos clínicos incluyen que se consiga previamente un nivel de dolor base suficiente, un efecto placebo bajo, una población de estudio homogénea y una buena colaboración por parte del paciente. En este sentido, el modelo de dolor dental incorpora muchas de estas condiciones (13). Por este motivo, el dolor postextracción quirúrgica de los terceros molares inferiores incluidos ha sido ampliamente utilizado para la evaluación de la eficacia analgésica y antiinflamatoria de muchos fármacos. Una de las razones principales que explican este amplio uso del modelo de dolor dental es el desarrollo predecible de dolor e inflamación en un grupo de pacientes jóvenes, sin patología sistémica, en los que estaba indicada la extracción quirúrgica de los terceros molares inferiores incluidos (14). Se ha demostrado que la cirugía del tercer molar inferior incluido causa niveles de dolor más elevados que cualquier otro tipo de procedimiento quirúrgico bucal (7). La extracción quirúrgica de los terceros molares inferiores causa un dolor postoperatorio con un pico de intensidad máxima después de las 6 horas (15) y un nivel de dolor que es suficientemente alto para distinguir una diferente eficacia entre analgésicos (13). El objetivo de estos ensayos clínicos es determinar la eficacia en el alivio del dolor, describir las características farmacocinéticas y farmacodinámicas y establecer la aparición de efectos secundarios debidos a la medicación (13). Las variables de eficacia a considerar en este sentido son la intensidad y alivio de dolor, la estimación del total de analgesia, el pico de analgesia y el inicio y la duración del efecto (16). Uno de los fármacos más frecuentemente empleados es el ibuprofeno, actualmente utilizado como control positivo en la mayor parte de este tipo de ensayos clínicos. Debido a la gran cantidad de analgésicos-antiinflamatorios disponibles en el mercado y las dudas razonables en cuanto a la elección de un grupo farmacológico concreto para ser administrado después de la extracción quirúrgica de los terceros molares, hemos iniciado una serie de estudios en los que queremos comparar la eficacia de diferentes principios activos respecto al ibuprofeno. El diclofenaco sódico es un AINE bien conocido que ha sido empleado durante muchos años en Reumatología, puesto que parece ofrecer una combinación de eficacia y buena tolerancia (17). Se ha observado que después de la extracción quirúrgica del tercer molar, el diclofenaco sódico se comporta como un fármaco efectivo en el control del dolor y la inflamación, además de tener buena tolerancia (17). Estudios a doble ciego frente a placebo han demostrado que el diclofenaco tiene un efecto analgésico dosis-dependiente (18) y se ha comprobado que su efecto se basa en la inhibición de la síntesis de prostaglandinas (19), aunque se admite la hipótesis de que éste no es el único mecanismo de acción ya que intervienen concentraciones elevadas de beta-endorfinas en el plasma (20). En este estudio evaluamos la eficacia analgésica del diclofenaco sódico en comparación con el ibuprofeno, después de la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior incluido, en nuestro Servicio de Cirugía Bucal en la Clínica Odontológica de la Universidad de Barcelona. PACIENTES Y MÉTODO Se elaboró un protocolo para efectuar un ensayo clínico en fase IV prospectivo controlado, randomizado y a doble ciego, en el que se hizo la extracción quirúrgica de un tercer molar inferior incluido en cada paciente, y siempre bajo autorización y consentimiento informado del paciente. Todas las intervenciones quirúrgicas fueron efectuadas por tres cirujanos de igual experiencia durante el periodo de tiempo comprendido entre marzo de 2000 y abril de 2001, en el Máster de Cirugía e Implantología Bucal de la Universidad de Barcelona. Los controles postoperatorios fueron llevados a cabo por un examinador independiente. Todos los terceros molares inferiores fueron extraídos bajo anestesia local con articaína al 4% y 1:100.000 de adrenalina (Articaína-Inibsa®) y mediante una técnica estandarizada (21). El tiempo de intervención se registró desde la incisión de la mucosa hasta el último punto de sutura. Los pacientes fueron distribuidos aleatoriamente a uno de los dos grupos de estudio mediante una tabla de permutaciones aleatorias de 10 elementos. Los grupos de estudio en este caso fueron: 1) grupo control tratado con ibuprofeno, 2) grupo experimental tratado con diclofenaco sódico. Criterios de inclusión: · Edad: comprendida entre 18 y 40 años. · Grado de inclusión dentaria entre 5 y 7 según las escalas de Pell-Gregory y Winter ( figuras 1 y 2 ) (22). · Ausencia de patología sistémica. · Ausencia de clínica local con relación a la inclusión del tercer molar. · Capacidad intelectual para rellenar adecuadamente los cuestionarios. Criterios de exclusión: · Exceder de 45 minutos en el tiempo de intervención. · Incumplimiento de la prescripción de la medicación por parte del paciente. · No acudir a los controles postoperatorios. · Pacientes con patología sistémica. · Pacientes con discrasias sanguíneas o alteraciones de la hemostasia. · Mujeres embarazadas. · Pacientes consumidores de drogas de abuso. · Paciente que hubiese tomado algún fármaco en las 24 horas previas. Tratamiento : · Antibiótico: Amoxicilina 750 mg cada 8 horas durante 4 días. · Analgésico-antiinflamatorio: -Ibuprofeno 600 mg cada 8 horas durante 4 días -Diclofenaco sódico 50mg cada 8 horas durante 4 días. · Analgésico de rescate: Paracetamol/Codeína 325/15 mg, 2 comprimidos cuando sea necesario. · Antiséptico: Clorhexidina 0.12% en colutorio 3 veces al día durante 7 días. El tratamiento con el antibiótico y el AINE que le correspondía a cada grupo se instauraba de manera profiláctica inmediatamente después de finalizada la intervención quirúrgica. Se instruyó a los pacientes para que realizaran la toma de la medicación con algo de comida o bebida, y no en ayunas. El analgésico de rescate debía ser ingerido sólo cuando el AINE prescrito no ofreciese un buen control del dolor durante las horas posteriores a su administración. Los pacientes recibieron los formularios que debían ser rellenados en los siguientes 7 días. Las variables de estudio registradas fueron: · La intensidad del dolor. Los pacientes debían consignar la intensidad del dolor experimentado mediante una escala analógica visual de 100 mm. Los extremos eran ‘ausencia de dolor’ y ‘máximo dolor imaginable’. La anotación debía hacerse por la tarde-noche durante los siguientes 7 días después de la intervención quirúrgica, entre las 9 y las 11 de la noche. · Necesidad de medicación de rescate. Cada día se le pidió al paciente que si había requerido la toma de medicación de rescate, anotara la cantidad de comprimidos. Se llevaron a cabo unos controles postoperatorios a las 48 horas y a los 7 días. Estos controles fueron efectuados por un examinador independiente y convenientemente calibrado que no estaba relacionado con el estudio. En el control a las 48 horas, además de constatar la normal evolución del postoperatorio o la presencia de algún tipo de complicación, se reforzaron las instrucciones en cuanto a la toma de medicación. El control a los 7 días se hizo con motivo de la retirada de los puntos de sutura y la entrega por parte del paciente de la documentación del estudio. Todos los datos recogidos fueron analizados mediante el paquete estadístico SPSS-versión 10 para Windows (licencia UB). Se aplicaron las pruebas de Kolmogorov-Smirnov y Shapiro-Wilk para determinar la normalidad en la distribución de las variables. Para la comparación de medias del dolor registrado se practicó la prueba de ANOVA de medidas repetidas y se fijó el nivel de significación en el 95%. RESULTADOS Se intervinieron un total de 93 pacientes, siendo excluidos 12 por alguno de los motivos anteriormente mencionados. Finalmente, un total de 81 pacientes (87.1%) fueron incluidos en el estudio. El rango de edad de los pacientes en los dos grupos de estudio osciló entre los 18 y los 35 años, con una edad media de 23.2 años (SD ± 3.9), situándose la distribución por sexos en un 58.4% de mujeres y un 41.6% de hombres. Entre ambos grupos la proporción de hombres y mujeres fue la misma. Las variables de edad, peso y tiempo de intervención quirúrgica fueron similares en los dos grupos. Asimismo también fueron similares las medias de dificultad quirúrgica de la extracción en ambos grupos de estudio, estableciéndose entre 5 y 7 en las escalas de Pell-Gregory y Winter. Respecto a la distribución de los pacientes válidos en función del fármaco administrado fue la siguiente: a 40 pacientes (49.4%) se les prescribió diclofenaco sódico, y a 41 pacientes (50.6%) ibuprofeno. Se calcularon para cada día y cada grupo las medias de percepción de dolor obtenidas a partir de las escalas analógicas visuales (EAV) de 100 mm. Así, para las dos primeras EAV correspondientes a las primeras 48 horas se obtuvieron medias similares en los dos grupos de estudio. Estas medias fueron de 41 y 37 mm el primer día, y de 26 y 27 mm el segundo día para diclofenaco e ibuprofeno respectivamente ( figura 3 ). Sin embargo, las pruebas de normalidad (test de Kolmogorov-Smirnov y Shapiro-Wilk) ya detectaron que existían irregularidades en cuanto a la normal distribución de esta variable en cada uno de los grupos y para cada día. Los valores son similares en las primeras 48 horas postoperatorias, pero a partir del tercer día existe una tendencia del grupo diclofenaco a mostrar valores de dolor superiores, aunque sin llegar a ser diferencias estadísticamente significativas (p>0.05), según los resultados del test de ANOVA para medidas repetidas. Esta tendencia a presentar mayor dolor durante el periodo postoperatorio en el grupo diclofenaco también se ve reflejada en el requerimiento del analgésico de rescate y en el número de comprimidos empleados. Así, sobre todo en las primeras 48 horas, la necesidad de medicación de rescate fue mayor para el grupo diclofenaco pero sin llegar a presentar diferencias estadísticamente significativas respecto al grupo ibuprofeno. En el primer día del postoperatorio, hubo mayor número de pacientes que requirieron analgesia de rescate que los que no la necesitaron en el grupo diclofenaco. Sólo un paciente del grupo diclofenaco necesitó de 6 comprimidos al día durante los dos primeros días. El resto de los pacientes ingirieron de 2 a 4 comprimidos al día durante los 7 días que duró el estudio. Y aunque en el grupo diclofenaco se apreció una tendencia a un mayor requerimiento de medicación de rescate, no se pudieron demostrar diferencias estadísticamente significativas (p>0.05). DISCUSIÓN Uno de los problemas a los que nos enfrentamos a la hora de evaluar la eficacia analgésica y antiinflamatoria de un determinado fármaco es la posología con la que éste debe ser administrado. En este sentido es especialmente controvertido el hecho de iniciar la administración de forma preoperatoria. Existe una tendencia actual a empezar el tratamiento de forma más precoz que en el pasado, y esto es debido a que se ha demostrado que es posible prevenir el dolor postoperatorio casi por completo efectuando una premedicación analgésica (23). La administración profiláctica de analgésicos ha sido empleada en ensayos clínicos para evaluar el dolor postoperatorio, la inflamación y la apertura bucal (24-26). En nuestro caso, al tratarse de un estudio en el que se hicieron extracciones quirúrgicas que comportan un cierto grado de ostectomía debido al grado de inclusión, es presumible que ningún paciente tenga un postoperatorio sin dolor. De ahí que la administración de la medicación se hiciera en cierto modo de forma profiláctica, antes de la instauración del dolor, y sobre todo por motivos éticos. Otro factor importante a tener en cuenta es el periodo de evaluación. Con el desarrollo de los analgésicos de larga duración se han requerido periodos de observación largos en estudios de dosis únicas (27). La severidad del dolor después de la extracción quirúrgica de los terceros molares inferiores no parece estar relacionada con el tipo de incisión, la cantidad de ostectomía o el requerir odontosección, aunque hay trabajos que determinan que la sutura de la herida sí parece influir en la aparición del dolor (28), y se discute que el sexo del paciente es el único factor con tendencia a ser estadísticamente significativo (29). Esto está en concordancia con los resultados obtenidos por otros estudios que demostraron que las mujeres referían mayor dolor en las VAS después de la cirugía del tercer molar (30,31). No obstante, estos resultados difieren considerablemente de los obtenidos por Hansson y cols.(32). Vemos como la influencia del sexo del paciente en los niveles de dolor postoperatorio es controvertido pero parece lógico que el mayor nivel de ansiedad demostrado por las mujeres que se someten a la cirugía del tercer molar pueden tener alguna influencia en el curso postoperatorio (33). En nuestro caso, el 58.4% de los pacientes fueron mujeres y el 41.6% fueron hombres, el análisis estadístico no reveló diferencias intra e intergrupo significativas entre ambos sexos en cuanto a la consignación del dolor postoperatorio (p>0.05). Hay pocos estudios que hayan analizado y comparado la eficacia analgésica del diclofenaco sódico. El pico plasmático del diclofenaco se produce de 1.5 a 2 horas después de la administración oral (34,35). Se ha observado que después de la extracción quirúrgica del tercer molar incluido, el diclofenaco sódico se comporta como un fármaco efectivo en el control del dolor y la inflamación, además de tener buena tolerancia (17). El diclofenaco, además de inhibir la síntesis de prostaglandinas en los tejidos periféricos, interactúa con mecanismos de síntesis de óxido nítrico y opioides endógenos en el sistema nervioso central (36,37). Breivik y cols. demostraron que cuando se combinó el diclofenaco con el acetaminofeno (INN, paracetamol) con o sin codeína, se obtuvo un mejor y más prolongado control del dolor, así como menores efectos secundarios, respecto a la administración de diclofenaco sólo o de acetaminofeno con o sin codeína (38). Esto es sólo comprensible si se acepta que el diclofenaco y el paracetamol tienen diferentes mecanismos de acción en los terminales nociceptivos y a diversos niveles neuroanatómicos. El problema más importante de los AINEs empleados para el control del dolor postoperatorio es la disminución de la función renal y las posibles complicaciones de la hemostasia (39). Además, el diclofenaco, así como otros AINEs, inhibe la producción de TXA2, disminuye la adhesividad plaquetaria e incrementa el sangrado, como ya se ha mencionado en la introducción (40,41). En la actualidad, la mayor parte de los ensayos clínicos efectuados para comparar la eficacia analgésica de diferentes fármacos, emplean como fármaco de referencia el ibuprofeno por su capacidad analgésica y su buena tolerancia, además de estar casi exento de complicaciones o efectos secundarios cuando se emplean después de la cirugía del tercer molar (42-47). En nuestro estudio no se incluyó un grupo placebo porque, además de no cumplir con los criterios estrictamente éticos, ya ha sido comprobada con anterioridad la eficacia del diclofenaco (48) y del ibuprofeno (49,50) con respecto al placebo en un modelo de dolor dental. Las formulaciones galénicas solubles del ibuprofeno proporcionan una instauración de la analgesia de forma más rápida en comparación con las formulaciones sólidas (50). Se han desarrollado ensayos clínicos de dosis única que han permitido comprobar la eficacia analgésica del ibuprofeno. Se ha podido apreciar la pobre respuesta dosis-dependiente del ibuprofeno en el control del dolor dental empleando dosis únicas de 100, 200 y 400 mg (51), y 400,600 y 800 mg de ibuprofeno (52), es decir, que la respuesta no guarda relación con la dosis administrada. Diversos estudios han demostrado que el efecto analgésico del ibuprofeno no se incrementa con dosis por encima de los 400 mg, probablemente debido a un efecto techo de la analgesia (42,52). En otro trabajo de evaluación de la respuesta analgésica dosis-dependiente del ibuprofeno (53) se determinó que el uso del ibuprofeno a bajas dosis no fue suficiente para controlar el dolor postoperatorio, siendo preferible la dosis de 400 mg por la larga duración del periodo analgésico obtenido (49,54). Aún así, no se ha demostrado una relación significativa entre la eficacia analgésica del ibuprofeno y las variables farmacocinéticas del fármaco (absorción, distribución, metabolización y excreción) (54), pese a que otros trabajos han encontrado una correlación entre la intensidad del dolor y concentraciones plasmáticas de ibuprofeno después de dosis únicas de 400, 600 y 800 mg (52). Se ha comprobado además que el ibuprofeno se encuentra como una mezcla racémica de enantiómeros R(-) y S(+); se ha estimado que entre el 52 y 63% de las formas R(-) sufren una inversión estereoespecífica hacia la forma S(+) (55,56), creyéndose que la actividad antiinflamatoria y analgésica del ibuprofeno es un fenómeno exclusivo del enantiómero S(+) (57). En los trabajos de Nørholt (13) y Nørholt y cols. (58) se pretendía determinar si la eficacia analgésica del ibuprofeno podía ser evaluada mediante el estudio del trismo, la fuerza de la masticación y la algometría de presión. Estos trabajos concluían que estas medidas funcionales están relacionadas con la eficacia analgésica del ibuprofeno. Sin embargo, y como ya comenta Mehlish (59) en la discusión del artículo, se inicia el estudio con la hipótesis sesgada que es el dolor el que causa la impotencia funcional, cuando lo más lógico sería pensar que la impotencia funcional se produce como una respuesta fisiológica normal a un traumatismo (59). Por tanto se puede decir que 400 mg de ibuprofeno son suficientes para el control del dolor postoperatorio después de la cirugía del tercer molar incluido. Cuando se hicieron comparaciones estadísticas para determinar la eficacia analgésica entre dos fármacos, esta dosis resultó ser más eficaz que 150 mg de aceclofenaco en estudios de dosis única (60). En nuestro estudio no se observaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la intensidad del dolor entre 50 mg de diclofenaco sódico y 600 mg de ibuprofeno, aunque el grupo diclofenaco presentó una mayor tendencia a tomar medicación suplementaria durante los 2 primeros días. Debido a la pobre relación dosis-respuesta para los AINEs, un aumento de la dosis por encima de la recomendada producirá poco incremento de la actividad analgésica, y sin embargo, elevará la incidencia de efectos secundarios adversos. Esta limitación de los analgésicos y las combinaciones disponibles generan un dilema terapéutico, pues deberemos administrar una dosis subóptima a fin de evitar los posibles efectos secundarios que puedan aparecer. Lo que se hace tradicionalmente para superar este tipo de limitaciones es combinar la dosis terapéutica de un AINE con una dosis mínima de opioide que proporciona una analgesia añadida pero sin un incremento en la incidencia de efectos secundarios. Sin embargo, no se han encontrado diferencias significativas cuando se añaden 15 mg de codeína a 200 mg de ibuprofeno (61), o al suplementar 20 mg de codeína a 300 mg de ibuprofeno (62). No obstante, cuando se añadieron 60 mg de codeína a 400 mg de ibuprofeno, aunque se constató un fracaso en el control del dolor con la dosis inicial, hubo una tendencia a obtener una mayor analgesia durante los 3 días posteriores, con un incremento modesto de los efectos secundarios (63). La combinación de 10 mg de oxicodona con 400 mg de ibuprofeno produjo una analgesia añadida pero únicamente en las etapas más tempranas del postoperatorio, cuando los enantiómeros R(-) están sufriendo la estereoconversión hacia los S(+); la diferencia no fue detectable después de las 3 primeras horas posteriores a la intervención quirúrgica (64). Debe remarcarse que este efecto analgésico añadido se obtuvo a expensas de un alto índice de efectos secundarios sobre el sistema nervioso central (somnolencia y vómitos). Para evitar esto, se propone la obtención de una analgesia preventiva en el modelo de cirugía del tercer molar incluido. Además, también se puede obtener un efecto añadido con el empleo de una anestésico local de larga duración como la etidocaína o la bupivacaína (65). Aunque este modelo de dolor dental es apropiado para ensayos clínicos como los referenciados, estos estudios no tienen en cuenta la gran variabilidad que existe entre los pacientes en cuanto a su respuesta al procedimiento quirúrgico, a los efectos analgésicos del fármaco y a su sensibilidad para los efectos secundarios. En la mayoría de los estudios, la vía de administración más común es la vía oral a dosis fijas y, por tanto, la dosis exacta en mg/kg varía en función del índice de masa corporal (IMC). También pueden contribuir diferencias farmacocinéticas en la variabilidad de la respuesta. CONCLUSIONES No se demostraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la eficacia analgésica del diclofenaco sódico respecto al ibuprofeno, aunque sí pudo observarse una mayor tendencia hacia la necesidad de más medicación suplementaria durante los 2 primeros días del postoperatorio en el grupo diclofenaco aunque sin adquirir significación estadística (p>0.05). BIBLIOGRAFÍA 1. Gay-Escoda C, Piñera M, Velasco V, Berini L. Cordales incluidos. Patología, clínica y tratamiento del tercer molar incluido. En: Gay-Escoda C, Berini Aytés L (eds.). Cirugía Bucal. Madrid: Ergon; 1999, p.369-401.2. Vericat A, Berini L, Gay-Escoda C. Criterios de extracción del tercer molar en relación con el apiñamiento incisivo mandibular. Arch Odontoestomatol 2000;16:22-8.3. Virgili AM, Berini L, Gay-Escoda C. Criterios de extracción de los terceros molares incluidos. Anales Odontoestomatol 1996;1:27-35.4. Ustrell JM, Gay-Escoda C. Revisión conceptual sobre el tercer molar. 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Uso del ibuprofeno en casos de infección con coronavirus Publicado el viernes 08 de mayo de 2020

El profesor Mario Rivera, académico del Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica y el alumno de la carrera de Química y Farmacia, Juan Manuel Torres, desarrollaron un análisis respecto al uso del ibuprofeno en casos de infección por coronavirus. A continuación presentamos el artículo: “Uso del ibuprofeno en casos de infección con coronavirus Juan Manuel Torres 1, Mario Rivera Meza 2 1 Estudiante de Química y Farmacia, Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Universidad de Chile.2 Laboratorio de Farmacología Experimental, Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica, Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Universidad de Chile.

El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) derivado del ácido propiónico, usado eficazmente para el tratamiento del dolor, la fiebre y la inflamación 1, Este fármaco es el segundo más consumido en Chile tras el paracetamol 2, A pesar de ello, el ibuprofeno y otros AINEs no están exentos de efectos secundarios y restricciones a su uso.

  1. En este sentido, se han descrito un número importante de efectos adversos de tipo gastrointestinal, cardiovascular, renal, nervioso, pulmonar, hepático, y hematológico, con frecuencias variables para cada uno de ellos 3,
  2. Recientemente y en el contexto de la actual pandemia de COVID-19, se generó una advertencia sobre el uso del ibuprofeno en esta enfermedad por el ministro de salud de Francia, Oliver Véran y otros académicos (Jean-Louis Montastruc, Universidad de Toulouse; Paul Little, Universidad de Southampton; Ian Jones, Universidad de Reading, entre otros), los que recomendaron no usar AINES y corticoides, salvo el paracetamol para tratar la fiebre y el dolor muscular asociado a la infección con COVID-19 4,

Esto se habría sustentado en observaciones clínicas realizadas durante el actual brote, como en estudios pasados que han sugerido que los AINEs empeoran enfermedades respiratorias y/o cardiovasculares. Adicionalmente, en la literatura se ha reportado que el ibuprofeno tendría la capacidad de disminuir la función del sistema inmune y facilitar la invasión de ciertos patógenos 5,

En esta revisión se analiza la información científica disponible respecto al uso de ibuprofeno en el tratamiento de la sintomatología de COVID-19 con el fin de establecer un juicio objetivo respecto de su uso en esta enfermedad que amenaza con afectar a toda la población mundial. Alerta sobre la posible contraindicación del ibuprofeno y otros AINEs en el tratamiento de la sintomatología de la infección con coronavirus.

El 15 de marzo de 2020, las agencias de noticias informaron que el ministro de salud de Francia, Dr. Olivier Véran, comunicó en Twitter que los medicamentos antiinflamatorios “podrían ser un factor para agravar la infección COVID-19”, dando como ejemplo al ibuprofeno, un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y la cortisona, un corticosteroide.

  1. El Dr. Véran indicó que el paracetamol (acetaminofeno) debe ser preferentemente utilizado para tratar la fiebre y que los pacientes deben consultar a sus médicos si ya están tomando este tipo de fármacos.
  2. Luego de estas aseveraciones de gran repercusión, la revista The Lancet reportó que ciertos medicamentos, entre ellos el ibuprofeno, podrían empeorar el curso de la enfermedad, debido a que incrementaría la expresión de la enzima convertidora de angiotensina II (ECA II), uno de los posibles blancos moleculares que usaría este virus para entrar en las células humanas 6,

Los principales reportes y advertencias sobre el uso de este AINE en la reciente pandemia, han provenido desde Francia, afirmando “haber identificado reacciones adversas graves” pero sin presentar un estudio clínico controlado o un reporte oficial. La historia de contraindicaciones entre AINES y enfermedades virales no es nueva.

  1. En 1963, el Dr.
  2. Douglas Reye describió el síndrome de Reye, una condición producida por el uso de antiinflamatorios del grupo de los salicilatos en cuadros virales como gripe o varicela.
  3. Se trata de una encefalopatía de comienzo abrupto que se asocia a daño hepático.
  4. Comienza con malestar general, vómitos persistentes, seguido de cambios en el comportamiento, habitualmente referido como comportamiento agresivo, letargo, pérdida de consciencia.

El origen del síndrome es desconocido, pero aparece poco después de la recuperación de algún cuadro viral, en el 90% de los casos por el uso de aspirina 7, Es por ello, que parece haber algún tipo de relación entre la acción de los AINES y el agravamiento de las patologías producidas por virus respiratorios.

  1. Se cree que puede ser porque estos fármacos deprimen al sistema inmune o bien porque facilitan la entrada del virus a las células 5,
  2. Se ha hablado sobre un posible enmascaramiento de síntomas que impedirían el seguimiento de la enfermedad, sin embargo, todo esto aún está en discusión.
  3. Diferencias en el mecanismo de acción entre paracetamol e ibuprofeno La recomendación de uso de paracetamol en vez de otros AINEs en cuadros virales podría estar radicada en las diferencias en sus mecanismos de acción.

El paracetamol (acetaminofén) es un analgésico y antipirético, carente de actividad antiinflamatoria. A pesar de que su mecanismo de acción no se ha aclarado del todo, se ha establecido que inhibe débilmente a las enzimas ciclooxigenasa 1 (COX1) y ciclooxigenasa 2 (COX2), empero, esto no explica sus efectos terapéuticos 8,

  • La teoría más aceptada por la comunidad científica, es la existencia de una ciclooxigenasa 3 (COX3) que se expresaría principalmente a nivel del Sistema Nervioso Central (SNC).
  • La inhibición de la COX-3 por el paracetamol ayudaría a la reducción de prostaglandinas a nivel de SNC, produciendo así una disminución de la transmisión del dolor en la médula espinal y aumentando el umbral del dolor 9,

El mecanismo por el cual reduce la fiebre involucra al hipotálamo: en presencia de una infección bacteriana y/o viral se producen mediadores pro-inflamatorios como la interleuquina-1, que inducen la producción de prostaglandina E2 (PGE2) por parte de la COX, la que modifica el ajuste del centro termorregulador del hipotálamo, induciendo la fiebre como mecanismo de protección contra la infección.

  • Los efectos inhibitorios del paracetamol sobre la COX reducen los niveles de PGE2, reduciendo la acción de este mediador y la fiebre.
  • Por la débil acción inhibitoria del paracetamol sobre la COX-1, que regula la producción de mucus protector en el estómago, éste presenta una baja toxicidad gastrointestinal.

Sin embargo, la sobredosis de paracetamol puede ser potencialmente hepatotóxica. En cuanto a sus efectos tóxicos en el hígado, se sabe que el paracetamol es metabolizado en el hígado en su mayor parte a compuestos inactivos por combinación con sulfato y ácido glucurónico.

Sin embargo, una pequeña parte es metabolizada por el sistema del citocromo P-450 a un metabolito muy reactivo, la imina N-acetil-p-benzoquinona (NAPQI). En condiciones normales, la NAPQI es neutralizada por acción del glutatión, principal agente antioxidante celular. En casos de sobredosificación con paracetamol, se generan niveles de NAPQI que pueden agotar las reservas hepatocelulares de glutatión y reaccionar libremente con las membranas celulares, causando daño y muerte celular, dando como resultado necrosis hepática aguda.

El consumo de alcohol puede agudizar estos efectos tóxicos del paracetamol. La dosis diaria recomendada de paracetamol para adultos es de 500 a 1000 mg cada 6-8 horas, con una dosis máxima recomendada de 4 g/día 10, Por su parte, el ibuprofeno actúa inhibiendo competitivamente a la COX1 y a la COX2, produciendo una disminución en la síntesis de prostaglandinas, tromboxanos y otros mediadores celulares preferencialmente a nivel periférico.

Debido a este mecanismo de acción, el ibuprofeno es útil para disminuir el dolor, la inflamación y la fiebre 11, Este último efecto, al igual que el paracetamol, es generado por la reducción de la síntesis de PGE2 en el hipotálamo por inhibición de la COX. Debido a la fuerte inhibición que el ibuprofeno ejerce sobre la COX en tejidos periféricos, su uso prolongado o en altas dosis puede ser potencialmente gastro-lesivo y generar efectos graves en pacientes con úlcera gástrica activa.

La dosis máxima diaria de ibuprofeno para adultos es de 1200 a 3200 mg repartidos en 2 o 3 tomas/día. Otro medicamento útil para disminuir el dolor y la fiebre producida por la infección por coronavirus podría ser el metamizol sódico, más conocido como dipirona.

Se cree que actúa inhibiendo la señalización de las prostaglandinas a nivel central con un mecanismo similar al que presenta el paracetamol 12, Su uso en Chile para tratar enfermedades agudas y crónicas es relevante, pero menor si se le compara con otros fármaco similares, como la aspirina o el ibuprofeno.

Intrahospitalariamente, es ampliamente requerido para tratar múltiples tipos de dolores, en especial en los originados por post-cirugía. Sin embargo, el uso del metamizol sódico no está exento de efectos secundarios, siendo uno de los más graves la posibilidad de generar discrasias sanguíneas, como la agranulocitosis 13,

  • AINEs y el sistema inmune Los AINEs a través de la inhibición de la ciclooxigenasa son capaces de disminuir la síntesis de varios mediadores celulares, entre ellos el tromboxano y las prostaglandinas.
  • Éstos últimos, son mediadores biológicos de gran espectro, interviniendo en muchas funciones fisiológicas que incluyen la regulación de la contracción uterina y bronquial, la secreción del mucus protector gástrico y la activación del sistema inmunológico 14,

Estos efectos secundarios de los AINEs en el sistema inmune elevan una nueva controversia en relación al uso de estos fármacos, ya que suelen ser usados para lidiar con los síntomas de enfermedades autoinmunes e infecciones virales y bacterianas. En la literatura hay reportes que indican que este tipo de fármacos son capaces de alterar la memoria inmunológica de los linfocitos T, lo que hace más susceptible al organismo de sufrir colonización por ciertos patógenos bacterianos, como el mycobacterium tuberculosis 5,

Adicionalmente, un estudio realizado en células humanas mostró que el ibuprofeno y otros AINEs eran capaces de inhibir la síntesis de anticuerpos 15, Por el contrario, hay evidencia experimental de que AINEs como la indometacina y naproxeno podrían presentar propiedades antivirales. En el caso de la indometacina, estudios en animales han mostrado que es capaz de eliminar directamente al SARS-CoV (síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus) y al CCoV (Síndrome canino de coronavirus) por interferencia en la síntesis del RNA viral 16,

En el caso del naproxeno, estudios en animales han mostrado que es capaz de combatir al virus de la influenza A y B por inhibición de la síntesis de RNA viral. Se cree que también podría tener efectos antivirales sobre el coronavirus 17, Conclusiones Por las razones expuestas, parece muy razonable no usar ibuprofeno para tratar los síntomas de la infección con coronavirus hasta que haya pruebas suficientes acerca de su seguridad.

Sin embargo, y a pesar de la advertencia entregada por el ministro de salud francés, aún no hay evidencias sólidas que concluyan una contraindicación total entre el ibuprofeno (o cualquier AINE) y el COVID-19. Por parte del gobierno británico, se ha indicado que “quienes usen estos fármacos (AINEs) para tratar un dolor crónico o enfermedades inflamatorias autoinmunes y padezcan COVID-19, deben consultar con su médico antes de reemplazar el medicamento” 18,

La FDA y la asociación de farmacéuticos canadienses tienen puntos de vista similares, estableciendo que si bien hay antecedentes de que los AINEs causan agravamiento en ciertas patologías de origen bacteriano y viral, deben establecerse ensayos clínicos para esclarecer bien las dudas que hay al respecto 19,20,

  1. Tomando en consideración estos antecedentes, recomendamos el uso de paracetamol como fármaco de primera elección en el tratamiento de la sintomatología asociada a la infección con coronavirus.
  2. Si se opta por usar ibuprofeno para este propósito, en el caso de pacientes con hipersensibilidad al paracetamol o que presenten afecciones hepáticas, sugerimos usar la menor dosis efectiva posible por un período limitado de tiempo y sin superar una dosis diaria total mayor a 1200 mg repartida en 2 a 3 tomas diarias.

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  • Consultado el 09 de abril de 2020″.
  • Dirección de Extensión y Comunicaciones.

Mayo 8 de 2020. : Uso del ibuprofeno en casos de infección con coronavirus

¿Cuándo tomar un antiinflamatorio?

¿Cuándo tomar un antiinflamatorio y cuándo un analgésico? – No hay una respuesta única para esta pregunta y quien dará la mejor solución siempre será un profesional sanitario. No obstante, es aconsejable practicar el autocuidado para mejorar nuestra salud y prevenir enfermedades graves, aliviando así la presión sobre el Sistema Sanitario.

En este sentido, usando el sentido común, es aconsejable tratar las dolencias leves con medicamentos y productos sanitarios de autocuidado, siempre que estos sean necesarios y con el consejo de un farmacéutico. Por ejemplo, para un dolor de cabeza ocasional, si tenemos fiebre baja o malestar general siempre es mejor un analgésico.

Sin embargo, si el dolor es de tipo muscular, como el de espalda por una mala postura, o el menstrual, se recomienda el uso de antiinflamatorios AINE.

¿Qué medicamento es mejor para el dolor de garganta?

Pastillas para la garganta con mentol- alivian la ‘carraspera’ en la garganta ( Halls, Robitussin, Vicks ). Medicamentos líquidos para la tos con dextrometorfano- inhiben las ganas de toser (Benylin, Delsym, Robitussin DM, Simply Cough, Vicks 44 y marcas genéricas).

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